"Asun, tenemos un problema. Nuestro piso tiene muchísima luz, metros, un pavimento de madera en espiga precioso... Pero es soso. Le falta vida". Algo así debió decirle la propietaria de este maravilloso piso en las afueras de Madrid a la decoradora Asun Antó, que junto a Clara Infiesta, una de las interioristas del equipo de Coton et Bois Madrid, se puso manos a la obra para convertir un piso "insulso" en este pisazo con tanto encanto.