El árbol que te recibe y te da la bienvenida, un aperitivo en la salita junto a la cómoda Carlos IV, el comedor de fiesta y una larga sobremesa en el salón alrededor de la velas... “Preparar la casa para recibir la Navidad, es una fiesta para mí” –confiesa nada más vernos Rosa María Escofet–, que junto a nuestra estilista, Carmen Figueras, lo ha organizado todo para descubrirnos la Navidad de siempre, la más elegante, en blanco, oro y plata, pero con una decoración repleta de guiños ecológicos.
“Los toques dorados siempre triunfan y más si se combinan con el blanco y la plata envejecida. Y en nuestro árbol esta mezcla es simplemente perfecta”. Pero son los detalles ecológicos y artesanos realizados a mano los que dan personalidad al árbol y a toda la casa. Estrellas de organza plisada sobre alambre, corazones de cascabeles y botones de nácar, figuras con papeles estampados, bolas de papel inspiradas en la técnica del scrap, estrellas doradas de latón, fieltro, oro y zinc, siluetas de bolas diseñadas con papel reciclado, corazones de lino o alas de organza que parecen volar sobre las ramas del abeto... Detalles artesanos, combinados con arreglos florales que se repiten en las guirnaldas de puertas y ventanas. ¿Y los destellos de brillo? Con bolas plateadas, grandes estrellas de latón y en el comedor, con copas de cristal antiguas.
“Lo más importante –cuenta Rosa María– es vestir la mesa con elegancia. Mezclar vajillas, disponer unos bajomanteles de brocado en tonos piedra y un centro de mesa con hortensias y rosas, son suficientes. Y las velas cilíndricas que tanto me gustan, también están en el salón... Porque para mí son esenciales para recrear el espíritu navideño. Me cautivan vistiendo un velador o sobre una cómoda”. ¿Ese es el aroma a Navidad? “Es el de las velas, pero también el del musgo húmedo, el de las notas verdes del muérdago...”, añade Rosa María Escofet.
Lejos de las miradas, hay un rincón secreto en el dormitorio: el tocador, en el que Rosa, al igual que los ayudantes de Papá Noel o de los Reyes Magos, esconde los regalos y los envuelve personalizándolos... Es la magia de la Navidad.