Cristina de la Cruz, de Majadahonda, una de nuestras ganadoras del concurso "Las mejores casas de las lectoras 2015" nos explicó la historia de la casa: “La familia crecía y necesitábamos una casa más grande. Así que cuando se presentó la oportunidad de comprar este terreno y construir la casa de nuestros sueños, nos lanzamos. El proyecto lo hizo la empresa de mi marido, Redlinks, y eso facilitó mucho las cosas. Queríamos un jardín, estancias luminosas, comodidad, que todos tuviéramos nuestro lugar... Y creo que lo conseguimos".
Todo para sentirse a gusto
"Para mí la clave de esta casa es la distribución de la planta baja, que la convierte en un espacio diáfano, sin barreras visuales. En realidad solo tiene dos ambientes: el salón comedor y la cocina. Entre ellos están el recibidor y la escalera, y dos tabiques acristalados con puertas correderas que permiten el paso de la luz y de las miradas.
El suelo de roble blanqueado también les da unidad, y la sensación de profundidad es enorme: desde el fondo de la cocina se puede ver el jardín, justo al otro extremo, que es la estrella durante el verano. No es muy grande, lo justo para una piscina, una zona de estar y una de barbacoa, pero queda recogido gracias a la cerca de ipe. Nos encontramos muy a gusto".
Del salón a los dormitorios
"El salón lo decoré jugando con los tonos neutros, blancos rotos, decapados y maderas naturales: son perfectos para la luminosidad matizada que tiene esta estancia. Algunos cojines en verde ponen el detalle de color, a juego con las plantas del jardín. A la cocina le destinamos un espacio privilegiado: tiene 29 m2, con una isla para trabajar, mucho sitio para guardar y un office amplio y cómodo. Elegimos muebles con el toque clásico de los cuarterones y los tiradores metálicos, y encimeras de madera para que no resultara demasiado ‘profesional’.

Renovarse o morir
Cinco claves por las que esta vivienda ocupará tus fantasías
Arriba están los dormitorios. El nuestro tiene un aire parecido al del salón, con maderas blancas decapadas y naturales. En el baño, mi marido y yo diseñamos el mueble tocador de madera lacada con pilas exentas. Una estantería lateral separa el aseo y ayuda a mantener el orden. Para los dormitorios de los niños elegimos dos colores clásicos. Rosa para el de Cristina, de 2 años, y azul en el de Santi y Álvaro, de 8 y 6 años. Las camas las encargamos a medida, una alta con almacenaje debajo y otra con una cama nido. Son muy cómodas”.