Viendo esta casa, nadie se imaginaría que sus propietarios son almas clásicas amantes de los muebles de madera oscura de estilo inglés y los textiles intensos. O lo eran, hasta que su sobrina, la interiorista María Santos, se hizo cargo –junto a Cristina Miguelena, de Garnica Miguelena– de la decoración de su nuevo hogar.
María se encontró con un piso de dos plantas con unas vistas maravillosas a la costa marbellí, pero lleno de habitaciones de colores muy potentes: naranja, morado... “Un cromo”, en sus propias palabras. Y le dio la vuelta por completo.
Su tía, Mar Alcalá, propietaria (y además fundadora de la firma Miss Camiones con la madre de María) dio carta blanca a su sobrina en la reforma, pero con una condición: se trasladarían con sus muebles de estilo inglés.
“Sin embargo, a medida que avanzaba la obra, les gustó, tanto que acabaron vendiendo su antigua casa con muebles incluidos”, explica la interiorista. De hecho, la familia se quedó con muchas de las ideas que les propuso María y es que nadie dice que no a un sueño de casa inundada de mar y luz.