"Los sueños, sueños son", decía Calderón de la Barca. Pero a veces esos sueños se convierten en realidad. Y eso es lo que le ocurrió a la decoradora Elena Jiménez con esta casa. Se enamoraron enseguida de su jardín, pero los interiores necesitaban una remodelación completa. "Era la típica casa de veraneo muy compartimentada. Piensa que tenía cuatro dormitorios y cinco baños. ¡Un horror!", recuerda Elena. Pero su instinto y los años de oficio le hicieron ver sus muchas posibilidades.

CASAS DE CAMPO
Reformar la casa para un cambio de etapa
Sin embargo, con la llave de su nueva casa en el bolsillo... le asaltaron las dudas. “¿Y si me había equivocado? ¿Y si no podía tirar los tabiques? Pero todo fue rodado y en solo tres meses estrenábamos casa”. Elena recuerda con humor esos días, en los que tenía a una cuadrilla de industriales en casa: “¡Llegaron a ser 20. Una locura! Podría haber sido una pesadilla, pero me ayudaron mucho ¡y no pudo salir mejor!”. Damos fe de ello.