Una espectacular reforma dio nueva vida a esta antigua masía rodeada de olmos centenarios. La vivienda se abrió a la luz, pero respetando su estilo rústico y sumándole un interiorismo muy confortable. Sus propietarios quedaron encantados: su sueño se había hecho realidad. Abrigados por la belleza de su estructura original, los ambientes se distribuyen en tres alturas, ya que la planta baja tiene dos niveles comunicados desde el recibidor. El salón principal se ubica en la planta superior y en su perímetro se diseñó un mueble corrido que sustituye a la barandilla y suma almacenaje. El dormitorio principal combina el carácter práctico con el alma rústica.
¿Te irías a vivir a una masía como esta? ¿Ya vives en una? ¡Cuéntanos tu experiencia en los Comentarios de este artículo!