El enorme jardín y sus flores presiden la entrada de esta masía catalana. Su aroma te acompaña hasta el salón exterior de invierno, resguardado por una pared de cristal que invita a pasar a la exuberante trepadora.
Nada más entrar en la casa, el recibidor art deco te da la bienvenida con su elegante sofá, a juego con el espejo. La reina del salón, es sin duda una rústica y sencilla chimenea, que aporta calidez a la estancia. Un delicado estilo provenzal domina la decoración de la masía, manteniendo elementos originales como las vigas y el suelo de terracota. El estilo afrancesado contrasta las piezas originales con las texturas de lino y seda natural de los sofás y con la elegante lámpara de lágrimas.
En el dormitorio, la quietud y la calidez se extienden en la madera de roble y en la suavidad de las alfombras, que limitan la zona de descanso y la de lectura. ¡Nos queremos quedar a vivir aquí!

SI LAS PAREDES HABLARAN...
Una casa rústica, mezcla de tradición y modernidad