Dicen que la experiencia de construir tu propia casa es una de las más gratificantes que existen. En especial, las de madera tienen tal poder evocador que podemos sentirnos como aquellos pioneros americanos del lejano oeste, conquistando un nuevo mundo. "Somos especialistas –explica Jorge Laucirica de la firma Integra– en conseguir que ese sueño se convierta en una realidad consistente y duradera".
Una casa reversible
Construida con piedra y madera de pino teñida en tono castaño, esta casa de dos plantas y altillo es auténticamente reversible, es decir, que podríamos darle la vuelta como a un calcetín y no encontraríamos ninguna costura fuera de lugar. Así, los revestimientos y las vigas son de pino por dentro y por fuera. Pero el pino no solo se empleó en paredes, pavimentos, cubiertas o techos. También se ha elegido para diseñar la mayoría de muebles, que se han hecho a medida para todas las habitaciones, desde el salón y la cocina hasta los dormitorios y los baños. "Nuestro trabajo consiste en realizar una infraestructura sólida con la que el propietario se sienta identificado y así pueda ocuparse, únicamente, de los detalles decorativos", afirma el portavoz de Integra. El resultado: una carcasa realizada a conciencia y con un carácter neutral capaz de albergar estilos y combinaciones diversas.
Adiós tabiques, ¡hola espacio!
Asentada en el Pirineo, esta casa unifamiliar se construyó –junto a otras dos gemelas– hace 17 años, según los cánones de las clásicas cabañas de alta montaña en las que la madera adquiere un protagonismo absoluto.
Sus actuales propietarios querían modernizarla, pero no podían alterar la estética del conjunto. "Nos gustaba, pero necesitábamos aligerar la presencia de la madera y conseguir espacios diáfanos". Empezaron por tirar los tabiques de la sala para facilitar la salida a la terraza, con lo que se ganó perspectiva, tanto horizontal como vertical, y el espacio se renovó por completo. También sustituyeron el parquet tradicional por uno de lama más ancha, mucho más actual, y cubrieron algunas paredes con un papel pintado texturizado que imita piel natural.
Mucho más bella
Hoy, el comedor, la cocina y la sala se comunican en la planta principal, y unas puertas correderas entre la cocina y el comedor permiten preservar la intimidad cuando es necesario. El amplio altillo con balcón se ha transformado en un chillout desde el que aprovechar el sol invernal, y el dormitorio principal es ahora una suite con chimenea de hierro y cuarto de baño completo. Las vistas, que son magníficas y tras la reforma se pueden disfrutar desde cualquier rincón de la casa, se han potenciado enmarcando el paisaje con un preciso trabajo de carpintería. Según la disposición de cada ventana, ofrece formas y tamaños de naturaleza de lo más variado. Crear una vivienda de estilo más actual sin cambiarlo todo de arriba abajo era el reto planteado. A la vista está que, con buenas ideas y mucha creatividad, lo han superado.