Primero, se enamoraron del lugar, de las vistas y de la tranquilidad. Luego, imaginaron la casa y la construyeron. Lo cuenta Patricia Pratmarsó, propietaria y decoradora de esta casa de fin de semana, en un pueblo de la Cerdanya, que ella y su familia disfrutan en invierno y en verano. Tiene una sola planta, grandes ventanales que atrapan el paisaje, techos altos con vigas vistas y estancias abiertas y muy bien relacionadas. Patricia la proyectó junto al arquitecto Damián Ribas. “Queríamos huir de la imagen rústica de ‘cabañita de montaña’ –afirma Patricia–, de ahí que optáramos por el blanco en las paredes y en los techos”. Para que la casa no se viera demasiado fría, le dieron calidez con el parquet de roble y los muebles de madera natural.
Detalles muy personales
Patricia creó varias piezas de la casa, como el mueble de hierro bajo la chimenea, la gran mesa de comedor o la librería lacada. Las notas de color las aportan los cojines, también diseño de la propietaria, que dirige una empresa donde los confeccionan con telas antiguas. “La cocina, abierta al salón y al comedor, debía armonizar visualmente con estas estancias. Por eso también es blanca y tiene detalles de madera natural”.
En los dormitorios, Patricia diseñó dos trajes a medida. Su hija le había pedido un “cuarto de princesa”, que recreó con un dosel y toques en rosa. Y en el suyo, construyó un cabecero a un metro y medio de la pared para poder situar el vestidor detrás. “Así disfrutamos de las vistas desde la cama”. ¡Menudos despertares!
Cómo ganar luz, vistas y comodidad
- Con interiores blancos y grandes ventanales. “Estas fueron las primeras decisiones que tomamos para disfrutar de la luz y el paisaje del Pirineo. Potenciamos la luminosidad con el color blanco de los interiores”.
- Muebles recuperados y de herencia, los elegidos más cuidadosamente, se combinaron con diseños y piezas contemporáneas. “Creo que logré un sugestivo equilibrio”.
- Relación con el exterior. Es la casa de una familia con tres niños y muchos amigos. “Es básico que la comunicación entre el interior y el exterior sea fácil, así como entre el salón, el comedor y la cocina”. La isla de esta última es un elemento clave en el día a día.

PARA MUCHOS
La cabaña de la nieve