El imponente enclave natural donde se ubica esta casa, y sus fabulosas vistas al mar, son lo primero que impresiona al visitante. Jens Jessen, de Kuhn & Partner, nos sitúa en el terreno señalando en varias direcciones: “Nos encontramos en el sudoeste de Mallorca, sobre los últimos contrafuertes de la sierra de Tramontana. Cerca de aquí está la isla de Sa Dragonera y, en los días claros, puede avistarse la costa de la pequeña Ibiza”, nos explica.
La casa es la segunda residencia de una familia irlandesa que pasa aquí los meses de verano. “Es una vivienda enteramente pensada para disfrutar al máximo del paisaje , del mar y del clima”, prosigue Jens. En el exterior, dos porches simétricos albergan las zonas de estar y el comedor de verano, que se ha resguardado bajo un techo de vigas de madera. Desde aquí la vista se pierde en la impresionante vaguada. La piscina, por su parte, está rodeada de una extensa tarima de iroco, pensada para disfrutar del sol y del aire puro con comodidad.
Los espacios interiores son tan amplios y luminosos que poco tienen que envidiar al exterior. Se trata de ambientes abiertos, con techos altos que, en alguna zona, llegan a superar los cuatro metros. Las grandes puertas correderas que comunican las salas permiten, una vez abiertas, que las miradas viajen sin obstáculos. “La idea básica del proyecto fue trasladar al interior la grandiosidad y la sensación de amplitud que se tiene cuando se está fuera –comenta nuestro guía–. Por eso el color dominante en paredes y tejidos es el crema, el mismo del mármol del pavimento, que combina con los muebles de maderas nobles, pocos y escogidos con mimo”.
En varias de las estancias, los techos han sido objeto de una atención especial. En el estar, por ejemplo, se ha creado una cuadrícula con las vigas de madera, pintadas de blanco. Así, el ambiente tiene un espíritu clásico y, al mismo tiempo, un aspecto muy luminoso y actual.
La cocina muestra unas líneas muy contemporáneas y cuenta con una barra-office que da funcionalidad a un pilar. Tiene, como todas las estancias de la planta baja, salida directa al porche y al jardín. También el techo es remarcable, por su trabajo de molduras. El comedor está instalado junto a un gran ventanal con hoja corredera, que permite abrir el espacio hacia la espectacular zona exterior y la piscina.