Cuando llegas a un edificio con historia, no puedes entrar como un elefante en una cacharrería. ¡Y mucho menos si ese edificio va a ser tu casa! La palabra clave hoy en día en arquitectura (y debiera serlo en todos los ámbitos) es respeto. Respeto a la historia del lugar, a los materiales, al entorno. Sin respeto, nada es posible. Con respeto, podemos asistir a auténticos prodigios, como éste que tenemos ante nosotros: en uno de los edificios más fotografiados de Girona, la casa de la Pabordia, entre paredes y piedras medievales, una vivienda hermosa, cuidada y actual se ha abierto paso. El contraste resulta, como poco, fascinante. Y lo más importante, sin perder su esencia.
Si los interiores nos han fascinado, al salir a la terraza... el potente cóctel para fusionar lo antiguo y lo nuevo nos estalla en la cara. La pérgola nueva, el muro medieval, la madera, las plantas… Qué maravilla de fusión (y que viva el respeto).