Esta finca en Málaga se encuentra rodeada de naturaleza, en un oasis de paz y alegría. Fue construida en los años 70 y, desde entonces, no se ha modificado. Un bonito camino empedrado cubierto por una enredadera nos lleva hasta la entrada principal de esta casa, una acogedora vivienda blanca y luminosa.
La entrada está flanqueada por un gran portón de madera que da acceso al zaguán, en azul añil, y al patio, en amarillo. “Este patio es el punto central de la casa, todas las habitaciones dan a él”, comenta Roberto Quintana, de Diana Morales Properties, la inmobiliaria que se encarga de su venta.
En la entrada, un banco de madera de La Fábrica de Hielo. Las macetas y plantas son de Garden Center Balbuena. El suelo es de Artisans Natural Stone.