Ayer y hoy, en equilibrio

Para construir esta casa los arquitectos han utilizado los materiales típicos de la arquitectura rural: cubiertas de teja, vigas y suelos de madera de castaño o piedra caliza. Banco de Asitrade, cojines de arpillera y de lino de Iñigo Echave. Plaid y farol de Hanbel.

Los detalles en verde y las flores potencian el espíritu campestre de la casa. El mobiliario auxiliar de madera lavada es de Aristrade. Los jarrones y vasos, de Domizil.

En el salón dieron prioridad a la chimenea y a los sofás de alrededor para crear un rincón dónde se reúna la familia, combinando el estilo campestre con toques modernos. Chésters con capitoné, mesa de centro y vitrina de Asitrade. Butacas y jarrones de Hanbel.

Preparada para vivirse durante todo el año, la decoración tiene un estilo cálido con tapicerías de colores neutros, mobiliario antiguo de madera decapada y combinaciones con elementos y detalles contemporáneos. Una buena colección de cojines de Gastón y Daniela y de Zubeldia Alfombras en el asiento del chéster.

 La naturaleza y el espíritu campestre también entran en el interior de la casa aportando una nota de color. Las flores naturales, dispuestas en pequeños bouquets, se distribuyen por todo el salón.

Si en el exterior la casa se mimetiza con la naturaleza, en el interior evita los muros y las zonas comunes se interrelacionan. El salón, el comedor, el hall y la cocina forman un solo espacio abierto. Cojines de Hanbel y Gastón y Daniela. Alfombras de Zubeldia alfombras.

Los centros de mesa aportan ligereza y elegancia al estilo rústico de la casa. De este modo los dueños han equilibrado la delicadeza del cristal con la calidez y robustez de la madera. En cristal aportan luz a la que se suman las pequeñas velas que decoran el espacio.

 Los muebles de madera lavada dan calidez a la cocina y el comedor y contrastan con el verde de las paredes y el blanco de las vigas. La imponente lámpara de hierro forjado es un elemento tradicional que aporta personalidad a la estancia. Lámpara de Pomax.

No hay nada más tradicional y casero como una tarta de manzana cocinada con mucho cariño en una cocina rústica y acogedora como la de esta casa. Tarta de manzana sobre tartera de cristal, de Laura Ashley, como la bandeja estampada.

En la cocina llama la atención una campana de obra con antepecho de baldosas hidráulicas que recuerda los antiguos hogares. La campana extractora es de Gaggenau, el horno de Balay y el microondas, de Cata.

¡A nadie le amarga un dulce! Los dueños de esta casa los han dejado a la vista de todo el mundo en unas elegantes compoteras de cristal, unas galletas caseras actuando como un elemento decorativo más. Pareja de compoteras de cristal facetado de Hanbel, utilizadas para conservar dulces.

 El dormitorio infantil cuenta con dos camas, dispuestas en “L” para que los niños tengan espacio para jugar sin que la cama les moleste. Han mantenido los grandes techos con vigas blancas y las paredes en beige jugando con detalles en verde en las vigas centrales y las ventanas. Parquet de Forjater.

El color crudo y el azul cielo dominan en los textiles de la habitación infantil y se integran con el beige de la pared y el verde de los marcos de las ventanas. A juego con el cojín, plaid con rayas 
azules, modelo Beige Country, de Lexington.

En este pequeño rincón de trabajo, los más pequeños pueden hacer sus deberes y dejar volar su imaginación creativa. Un pequeño ciervo de peluche preside la habitación. El dormitorio está pintado en color beige y la carpintería en verde y detalles de color rojo.

El espíritu marinero del norte se cuela en la habitación infantil con un estuche en forma de barco. Flexo metálico similar en El Corte Inglés. Escritorio blanco diseñado a medida.

Desde los dormitorios se divisan los Picos de Europa e, incluso, el mar desde la suite principal. En el rincón de lectura, butaca de Asitrade y mesa auxiliar de Casa.

Aportan romanticismo al dormitorio principal gracias a su aroma y sus colores en rosa empolvado. En un jarrón de Laura Ashley, de donde también proceden la jarra y el vaso.

Se eligieron las mesitas de noche de madera con detalles en blanco para mantener el espíritu campestre en la habitación. El textil de la cama en color blanco y rosa le da un aire romántico a la estancia. Cojines de Lexington, plaid blanco de Íñigo Echave y plaid rosa de Zara Home.

El baño se comunica con la habitación principal y la zona del mirador. El espejo rinconero, colocado estratégicamente le da amplitud a la estancia. Mueble de obra con toallas de lino blancas de Nereis y azules de Laura Ashley.