1. El loft que antes fue un despacho Toda reforma es un cambio, pero las hay que le dan totalmente la vuelta a una vivienda. U oficina, como en este caso. Y es que este loft , tan blanquito, moderno y con luz a raudales, era un despacho lúgubre y compartimentado. Pero aún así, la propietaria le vio las posibilidades y con la ayuda de la decoradora Bárbara Sindreu convirtió su visión en realidad. Una zona de día amplia y totalmente diáfana Para sacarle el máximo partido al espacio a sus apenas 80 m 2 , la decoradora planificó todos los espacios abiertos, con la única excepción del baño. Y lo tiñó absolutamente todo de blanco, ¡incluso los electrodomésticos de la cocina! Y para que no resultara frío, cubrió el suelo de un parquet con un punto rústico que da al espacio calidez y personalidad. Un mini dormitorio abierto pero íntimo Aunque el dormitorio está abierto, disfruta de cierta intimidad, sobre todo desde el salón, gracias a la pared que se levantó para cerrar la cocina. Al ser tan mini, no cuenta con armarios, que están integrados en el salón, pero en cambio se le quiso dar un toque especial con la zona de tocador. Se equipó con un espejo con marco dorado y aire retro que contrasta con el look moderno y minimalista de esta planta baja . 2. Un bajo con una terraza que parece un jardín tropical Viendo esta terraza te olvidas que el piso tiene tan solo 75 m 2 y que está en medio de la ciudad de Barcelona. La decoradora Belén Campos, de BCA Interiors, fue la responsable de la transformación de este bajo y de su terraza, que convirtió en un mini jardín tropical. Soluciones a medida que multiplican los metros Para optimizar al máximo el espacio, Belén ideó un mueble que va desde la entrada hasta la terraza y va evolucionando según sus funciones. Así, empieza con unos armarios altos para la ropa de calle y de casa, después se transforma en una mesa de estudio y al final, frente al salón y al comedor, es una librería con almacenaje. Una cocina muy estilosa semiabierta al salón Al estar semiabierta, la decoradora planificó una cocina con mucho estilo lejos de las típicas cocinas blancas . De un gris antracita y con detalles en roble, como la campana, resulta de lo más chic. Además, se planificó una barra abierta a la zona de día que permite llevar más luz a la cocina. 3. Una planta baja con vocación de cabaña de playa Parece una casa, pero en realidad es una planta baja de poco más de 60 m 2 con un super patio de 80 m 2 donde discurre la vida en verano. Pero antes de que la decoradora Gabriela Conde le metiera mano, este patio era casi impracticable, porque había tres peldaños que se comían todo el espacio. Fue necesario vaciar toda la tierra para nivelarlo y dejarlo tal y como está. Un mini salón con un look de invernadero El salón es mini pero tiene mucho encanto gracias al cerramiento tipo invernadero. Al ser estrecho y alargado, Gabriela dispuso en los dos extremos dos sofás gemelos que, además, tienen truco porque se transforman en cama si es necesario. Una cocina vintage y polivalente La cocina es la estancia más amplia de toda la casa. De hecho este es el espacio que debía ocupar el salón, pero la propietaria prefirió darle más metros a la cocina, que es donde no solo cocinan, sino comen, se reúnen con amigos –¡han llegado a ser 10 en esa mesa!– e incluso trabajan. Gabriela quiso darle a la cocina un aire retro, con muebles de madera raw y detalles vintage, que encaja muy bien con el look de cabañita que respira toda la casa tras la reforma. 4. El patio que convirtió en este bajo en un oasis urbano Los propietarios de esta planta baja no lo dudan: dieron el sí quiero por el patio y las muchas posibilidades que les ofrecía. Aunque de origen estaba desangelado y deteriorado, gracias a una reforma integral se ha convertido en la joya del piso. Para darle más calidez revistieron el suelo con una tarima de madera y se pobló de plantas. Un salón que mira al patio Con la reforma, llevada a cabo por el arquitecto Josep Riu, de GCA Architects, se ampliaron las aberturas para conectar el interior con el patio. Ahora, desde el salón tienes la sensación de estar en un oasis urbano. De hecho la distribución del mobiliario, arrimado a la pared y con una zona central totalmente despejada de piezas altas, busca potenciar las vistas, sin ningún obstáculo por medio. Un dormitorio con un cabecero multiusos En el dormitorio se optimizaron los metros con soluciones de doble uso , como el cabecero que separa la cama del vestidor. Por un lado incluye las mesillas y las luces y, por el otro, es una cajonera con puertas correderas, igual que el armario, que también se planificó con correderas para no hipotecar ni un cm. Te invitamos a que descubras este piso al detalle. 5. De local comercial a pisazo con vistas al parque Del local comercial que fue ya no queda nada, pero Andrea recuerda la aventura que supuso transformarlo en la vivienda que es ahora. Empezando por los trámites y siguiendo con las obras. Llegaron incluso a retiraron el piso unos metros para poder ganar la actual terraza, y abrieron el ventanal del salón de pared a pared. ¡Quién lo ha visto y quién lo ve! Una zona de día diáfana Andrea tenía clarísimo que no quería pasillos en su nueva casa, "porque son unos robametros ". Así que ideó una zona de día totalmente diáfana: desde la puerta de la entrada ves la terraza. Con esto, no solo aprovechó al máximo el espacio, sino que ahora la luz circula de punta a punta de la casa. ¡Qué lujo! Un dormitorio con 20 metros de armarios Todos los espacios de este piso son amplios, incluido el dormitorio. Una amplitud que se aprovechó para planificar un completísimo vestidor que cuenta con 20 metros lineales de armarios. ¡Imposible quedarse corto de espacio de almacenaje! Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter .