Cuando una casa está vivida, se nota en el ambiente. Al entrar en este piso de Barcelona “se percibe que está lleno de actividad –dice la interiorista Cristina Pérez–, pero todo está en orden”. ¿Cómo se consigue este “milagro” en un piso con niños? “La clave ha sido diseñar muebles a medida”, dice convencida Cristina.
Una reforma muy pensada
Este era un piso antiguo que no sacaba partido ni a sus metros ni a su claridad. Se reformó para crear estancias más grandes y comunicadas “y para aprovechar la luz natural. Por eso elegimos el blanco para paredes, techos, muebles... y lo combinamos con un parquet de madera clara. De hecho, del piso original solo se conservaron las molduras de los techos”. La zona de día es una buena muestra de todo esto. Unifica el salón, el comedor y la cocina en un mismo ambiente y así la luz natural llega hasta el último rincón. El salón tiene dos zonas, una más familiar con el sofá esquinero bajo la ventana y otra con dos butacas frente a la chimenea, “donde los propietarios se relajan mientras charlan o leen”.
Ideas para ganar espacio y practicidad
Tras un ligero tabique de media altura está el comedor, que conduce hacia la cocina cerrada con una corredera transparente. Espacios que se unen, pero se separan a la vez, para hacer más fácil el día a día. Y es que la funcionalidad era otro de los objetivos de la reforma. Cristina nos pone varios ejemplos: el sofá tapizado con una tela oscura desenfundable, “muy práctica cuando hay niños”, la mesa de centro redonda, “sin ángulos para facilitar los movimientos”, o la abundancia de baldas y espacios para guardar que sacan partido a las paredes. Este recurso se usó también en los dormitorios. Cristina se detiene en el de los niños, Álex y María, de 9 y 6 años. “Diseñé una litera con contenedores bajo la cama inferior y un frente con cajones para la ropa de más uso. Bajo la ventana coloqué la mesa de estudio que se prolonga como mesilla de noche. Y en la otra pared puse un banco que es también zapatero”. En el dormitorio principal, el cabecero de obra incluye estanterías y hornacinas como mesillas. Fijaos en cómo se ha aprovechado el espacio alrededor de la ventana: un rincón de escritorio, armarios y cajones y una hilera de baldas. No se puede aprovechar más el espacio.