Querían vivir cada centímetro de esta casita de 90 m2, repartidos en dos estrechas plantas. “La escalera resta metros útiles y, además, en esta zona todas las casas han de tener el techo a dos aguas, lo que condiciona la altura de las paredes y exige una distribución aún más inteligente”, nos explican en Era Carrola, autores de la reforma.
Los propietarios fueron dibujando su nueva vida mientras aplicaban soluciones ingeniosas para multiplicar la luz y el espacio. “Redujimos la cocina y la independizamos con un panel de cristal, sumando metros en el salón. También abrimos un altillo, pintamos de blanco paredes y carpinterías y diseñamos muebles a medida que encajaran con los techos inclinados. Buscamos el máximo espacio para sentirnos cómodos en cada estancia. Y conseguimos lo más importante: ¡que la luz del salón viajara por toda la casa!”.
Las ideas
1. Panel acristalado. “Queríamos una cocina con luz natural pero en un espacio independiente. Un panel acristalado con cuarterones nos dio la solución perfecta. Y sin buscarlo, se ha convertido en uno de los elementos decorativos del salón”.
2. Recibidor con luz. La entrada de la casa y el pequeño distribuidor han ganado luz y perspectiva con tres recursos clave: una puerta semiacristalada, paredes y carpinterías blancas y muebles bajos, invisibles, diseñados a medida.
3. Una cocina mini. “Creamos una cocina completa en tan solo 2 metros. La diseñamos muy blanca y en línea, con muebles hasta el techo para sumar almacenaje. El truco: un horno que también es microondas”.
4. Comedor adosado. El comedor ocupa la zona abuhardillada más baja del salón. “En realidad es el rincón ideal para situarlo. La mesa rectangular no molesta y podemos disfrutar de la mejor luz natural y las mejores vistas”.
5.Techo inclinado. La cubierta limitaba la distribución. ¿La solución? Arrimar los muebles de menor altura, como la cama, a la zona más baja del techo. “Así optimizamos un espacio que no hubiésemos usado nunca. Y al revestirlo con madera blanca, queda despejado”.
6. Estilizadas rayas. Las líneas verticales en rosa y blanco de las paredes enteladas del dormitorio favorecen y multiplican la sensación de altura. Con la ropa de cama se repiten los mismos tonos para reforzar la sensación de orden.
7. Escalera al altillo. “En el dormitorio hicimos un altillo para guardar esquíes, maletas... que también aligera el techo y da sensación de altura”. Una escalera de madera facilita el acceso al espacio y resulta además muy decorativa.
8. Literas 3 x 1. Necesitaban más camas en cada dormitorio para recibir a la familia y a los amigos. “La solución que mejor nos encajó con la cubierta tan marcada fueron estas literas blancas muy ligeras que además esconden una práctica cama nido”.
¿Te parecen 90 metros bien aprovechados? Mira la Galería de Fotografías y continúa disfrutando de esta casa.