La casa, un proyecto de Gabriela García López, de Segunda Época Decoración, está dividida en dos zonas: la social y la privada. La primera está integrada por el salón, la cocina y el recibidor, que cuenta con un práctico armario empotrado. En el otro ala se encuentra el dormitorio con un vestidor y un baño, distribuido en línea y abierto, para que la luz fluya desde la habitación.
Se distribuyó en U para aprovechar el espacio al máximo, pero con tapicerías y muebles claros para aligerar; por lo mismo, la mesa es de cristal. Se quitaron las cortinas y se puso un estor para poder pegar un sofá a la ventana. Una gran librería de pared a pared y de suelo a techo ayuda a mantener todo en orden, lo que se traduce en sensación de más amplitud.
2. Rincón de trabajo
Se integró un pequeño balcón para ganar una luminosa zona de trabajo. Los muebles son bajos para no interrumpir la entrada de luz natural y del mismo tono del comedor para lograr continuidad entre los ambientes. Las puertas de la alacena con cortinillas, por su parte, esconden el interior y despejan todo visualmente.
3. Librería
Había una hornacina en la pared que se aprovechó para hacer una librería a medida. Blanca y sin puertas resulta más ligera. Y se iluminó con linestras.
4. Comedor
La mesa rectangular se adapta perfectamente al espacio del comedor; mientras no se usa, se apoya en la pared para despejar el paso. El espejo potencia la sensación de profundidad y da amplitud.
5. Dormitorio
Los techos, muy altos, y las paredes se pintaron de blanco, que da luz y amplía. Para animar el cuarto se pusieron unos toques de rosa, el color preferido de la dueña.
6. Frente de armarios
En lugar de un gran armario empotrado, que resultaría muy agobiante dada la altura del techo, se pusieron dos armarios exentos. Se vistieron con cortinillas coordinadas con el resto de los textiles de la habitación. A su dueña le parece que así es un frente relajante y agradable de ver, muy apropiado para conciliar el sueño.
7. Empotrado
Estaba en la casa y se actualizó para integrarlo en la decoración. Las puertas de cristal se vistieron a juego con los otros dos exentos. Al lado se pusieron perchas para los bolsos, pañuelos... A más orden, más sensación de amplitud.
8. Vestidor
Se diseñó abierto, sin puertas, y muy ligero, solo con barras y un pequeño auxiliar. De esta forma se tiene toda la ropa a la vista, clasificada por colores, para que sea más fácil de localizar y no pesa visualmente al estar todo en orden.
9. Puertas
Son las antiguas contraventanas de la casa, recicladas. Pero se mantienen siempre abiertas, para que la luz fluya a través de los tres espacios comunicados (ver punto 10). El balcón del dormitorio se cerró con puertas de cristal en lugar de ventanas para permitir que entrase más luz y que parezca más grande.
10. En línea
La zona privada de la casa está concebida como espacios en línea, de forma que la luz circula libremente. Para unificar los ambientes, se revistió el suelo de madera y se usaron los mismos tonos neutros en el dormitorio, vestidor y baño (al fondo), salpicados de toques en color rosa, muy personales.