No nos puede gustar más la filosofía con la que el interiorista Cosma Musacchio ha diseñado su casa: "En realidad, tengo una cocina de 40 m², un salón de 40 m²". Sofá cama Ventura de Ikea. Butacas de Natura Casa. Las mesitas y la alfombra también son de Ikea. Butacas de Natura Casa. Las mesitas y la alfombra también son de Ikea. Cojines de Filocolore. Mesa y sillas de exterior e Maisons du Monde. Todo está a mano, porque en este piso no hay divisiones. Su idea, una supersuite de hotel de máxima calidad, pero con el calor de un hogar. ¿Y tiene sitio para guardar? En el mueble a medida del salón ¡cabe mucho! Y en el sofá cama son bienvenidos los invitados. El piso también dispone de una zona de estar, equipada para pasar largos ratos de lectura. Un espacio situado frente a una mini terraza, la cual está equipada con una mesita y dos sillas para un desayuno al sol o tomar el té a media tarde. "Venía de una cocina pequeña. Pero como buen italiano me gusta cocinar y recibir, así que quería una cocina amplia y bien equipada, una prioridad máxima para mí", explica el interiorista y propietario. Muebles de cocina de la marca italiana Cesar. Mesa Bok de Ethnicraft y sillas tipo Eames, en Sklum. Lámpara de comedor Fluir de Muuto. Sin tiradores y panelada, las protagonistas de la cocina acaban siendo las vetas grises del mármol macael. Otro gris, un poco más cálido, fue el escogido para el microcemento que recorre todo el suelo. El frente que se ve des de la cama y el sofá queda totalmente limpio a la vista, con amplios cajones debajo y armarios lisos arriba. En la parte corta de la L quedan los electrodomésticos. Aquí los armarios, como la pared, tampoco llegan hasta el techo para poder dar luz al baño, que está detrás. La mesa del comedor también es amplia, para cenar e incluso trabajar con comodidad. "Las cortinas son una división más mental que real. Las habitaciones muy grandes me resultan menos acogedoras. Me gusta despertarme en un espacio más pequeño y tener la sensación de que cierro la cortina por la noche", cometa el interiorista. Las cortinas de las ventanas son como las de la cama y a un lado esconden otra cortina totalmente opaca. Las barras atadas con cuerdas refuerzan el estilo marinero de las cortinas de red. Este look está inspirado por los cuadros, que vivieron 40 años en el despacho de su abuelo, marinero de profesión, que le transmitió su pasión por el mar. El azul y el amarillo buscan ese mismo aire mediterráneo. Las lámparas y la iluminación son sus otras pasiones: el diseño y la domótica también crean hogar. Cortinas modelo Lesbos en Fader. Armario y cabecero hechos a medida. Una U de roble enmarca y abraza la zona de la cama, una manera muy original de delimitar este dormitorio abierto. En el cabecero queda una repisa que permite apoyar los cuadros marineros, los libros y algún detalle decorativo como flores. Aquí empieza también el armario que recorre toda la pared del salón. Hasta la lámpara encastrada en el cabecero repite el toque de madera. Lamparita nº 8 de Marset y ropa de cama de Filocolore. Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter .