Azul, tal vez, como homenaje a la mítica serie de la infancia. Y azul – inspirador, enérgetico, emocional, luminoso–, sin duda, en cuanto ponen los pies en su hogar estival, un apartamento de 95 metros cuadrados en Calella, Barcelona. Buena playa, y buen color.
Y es que el color es uno de los signos de identidad de este piso. Es definitivo a la hora de ganar sensación de amplitud. Y también de vacaciones. Suelos, paredes y techos se han revestido de madera de roble natural pintada de blanco, que multiplica la luz. ¡Hasta la cocina tiene muebles azules! Los toques de azul salpican todas las estancias, para añadir frescor y el aire marinero que buscaba Gemma Gallego, decoradora de Knowhaus.
Hoy vemos aquí estancias abiertas y luminosas (además de azules) y se nos hace difícil pensar que un día fueron pequeñas y oscuras. Gemma tiró tabiques, comunicó estancias y estudió cada milímetro para planificar un mobiliario que permitiera guardar sin ocupar (la segunda obsesión de este piso, además del azul). Porque, como bien dice, “en una casa, aunque sea de vacaciones, siempre hay mucho que guardar”.
Nada más entrar en este apartamento se tiene la percepción de que todo está planificado al detalle. Al tener la entrada directa al estar, la decoradora creó un minirecibidor que separó del salón con un tabique acristalado y de la cocina, con un murete a media altura.
Enfrente, unas puertas con cuarterones de cristal ocultan un armario donde guardar los trastos de la playa al llegar. A la derecha, el salón comparte espacio con el comedor, arrimado a la pared y con una bancada “muy práctica para guardar los cojines de la terracita cuando se recogen”, nos cuenta Gemma.
La gama cromática azulada se repite, por supuesto, en las habitaciones y el baño. En este, la ducha, completamente blanca y con mampara de cristal transparente, parece más amplia. Y un detalle: el plato se realizó con lamas de Corian blanco para seguir la línea de las lamas de madera que forran toda la casa. Ya en la suite, las telas y el papel pintado son los protagonistas, capaces de decorar y dar estilo al dormitorio sin ocupar el mínimo espacio. Práctico, alegre, vital... el verano perfecto (y azul).