Cubiertos, vajilla, alimentos, pequeños electrodomésticos... Poco importa que nuestra cocina sea grande o pequeña. Lo que queremos es poder guardar de todo... y más. El secreto para lograrlo es buscar soluciones a la medida de cada una de nuestras necesidades de almacenaje. Tengas los metros que tengas en la cocina, con estas propuestas lograrás tenerlo todo en orden optimizando al máximo cada centímetro.
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En la cocina de una familia de cuatro personas hay mínimo 24 platos, 4 sets de desayuno, 4 vasos, 8 copas y 20 cubiertos. Además de bandejas, bols, ensaladeras... ¿Cómo guardarlos en el mínimo espacio? Aquí te damos la respuesta:
La vajilla. Para empezar, lo más práctico es que tengas un servicio de platos para los que sois en casa y guardes la vajilla de las ocasiones especiales fuera de la cocina. Así liberarás armarios. Guarda la vajilla de diario lo más a mano que puedas, en un práctico armario, un platero o una vitrina acristalada. Agrupa las piezas por tamaño y apílalas una encima de la otra para optimizar al máximo las baldas.
La cristalería. Guarda los vasos apilados de dos en dos para que quepan más. Si tienes de varias alturas coloca los más bajos delante. Las baldas de los armarios son el lugar más "seguro" para los objetos de cristal. Nunca los guardes en cajones extraíbles, se pueden romper. En cuanto a las copas, si la base es más ancha que la boca, pon una hacia arriba y otra hacia abajo para optimizar el espacio. Si no las usas a menudo es mejor guardarlas en los armarios altos, menos accesibles y por lo tanto, de uso más esporádico.
La cubertería. Lo ideal es que tengas dos cajones para los cubiertos: uno para los que usas para comer y, el otro, para los utensilios de cocina. Los separadores con bandejas de distinto tamaño, ya sean de madera o de plástico, son el mejor sistema para que el cajón de los cubiertos no sea un caos. ¿Cuántos necesitas? No muchos servicios. Para el día a día, calcula los que sois en casa más 2 o 3 más para imprevistos.
Mantén el orden
Organiza lo que queda a la vista. Baldas y casilleros abiertos son más ligeros que los armarios cerrados y te permiten encontrarlo todo más rápido. ¿Su inconveniente? Que debes ser más organizado.
La zona de desayunos. Contar con una zona que agrupe todo lo necesario para el desayuno es lo más práctico para el día a día. Planifica una zona de casilleros que se adapte a lo que guardas: baldas de la altura de los botes con ganchos para tazas en la parte inferior, cajones para tés y cafés...
Despeja la encimera. Si quieres que tu cocina se vea ordenada mantén la encimera lo más despejada que puedas. Es una superficie de trabajo, no un lugar para almacenar todo tipo de utensilios. Deja sobre ella solo lo que utilices cada día (la cafetera, el exprimidor...) y guarda todo lo demás. En la zona de cocción, aprovecha el antepecho con barras y ganchos para colgar cuchillos, cucharones y espumaderas. Es un buen sistema para tenerlos a mano y, de paso, liberar la encimera y los armarios y cajones.
Reserva sitio para el reciclaje. La zona de reciclaje reclama cada vez más espacio para separar bien los diferentes residuos. Elige contenedores de plástico tipo cubo: son fáciles de vaciar y de limpiar
¿Quieres más ideas? Pues no te pierdas nuestra galería. Hemos seleccionado soluciones muy prácticas y truquillos para organizar desde los textiles de la cocina hasta los pequeños electrodomésticos, las ollas y sartenes... Saca tu vena práctica y estrena la nueva temporada con la cocina en orden. ¡Qué gusto!