El hogar es una extensión de nuestra personalidad, en él hemos vivido momentos inolvidables y hemos compartido historias y anécdotas con los que más queremos. ¿Necesitas más motivos para amar este pequeño libro de historia viviente?
Nos gustan los imposibles
Nadie podía imaginar que un viejo granero sería un hogar para una gran familia o que en pleno centro de una gran ciudad se podría encontrar un pequeño oasis de tranquilidad. ¡Nos han robado el alma!
Por las historias personales
Son muchos los motivos que nos llevan a reformar una casa: la pasión por la decoración, dejar huella entre las 4 paredes, pero también hay muchas historias personales. Casas de verano de los abuelos que se han convertido en primeras viviendas o rincones históricos en la montaña dispuestos a seguir escribiendo un capítulo en la historia. Volverlas a ver nos llena de emoción y de orgullo por la decoración. Ay… ¡Somos unos románticos!