Algunas casas, como algunas personas, parecen estar en este mundo solo para el disfrute. La casa donde por fin Seb (Ryan Gosling) y Mia (Emma Stone) hablan en La la land es de esas viviendas disfrutonas. Además de la emblemática piscina, cuenta con un sinfín de comodidades como solárium, sala de cine y una cocina enorme para cocinar durante horas.
Es una casa 100% Hollywood en todos los sentidos, y no solo porque haya salido en más películas y series que algunos de tus actores favoritos, sino porque se decoró siguiendo los proceptos del interiorismo de esta región californiana (espacios abiertos, minimalismo, colores neutros...) y porque técnicamente nunca ha sido habitada desde que se construyó en 2012.
Los agentes inmobiliarios Dana & Jeff Luxury Homes (Compass) acaban de anunciar su salida al mercado por a la venta por 6,45 millones de dólares (5,76 millones de euros), un precio bastante ajustado teniendo en cuenta su ubicación y que consta de una casa de invitados, seis dormitorios, seis baños y un aseo. Y que huele a Ryan Gosling.