Justin Timberlake y Jessica Biel venden al fin su ático de Nueva York

¿Qué es lo mejor de vivir en un ático? Las vistas que tienes y la luz, por supuesto. Y si encima son a la Gran Manzana, menudo gustazo. Y ni una cosa ni la otra faltan en el ático de Justin Timberlake y Jessica Biel. Me encanta el sofá modular que tienen y las butacas que cierran el estar. Tienen el punto justo de estilo y comodidad. 

Como no podía ser de otra manera. Seguro que en este espectacular piano de cola negro ubicado junto al ventanal Justin Timberlake ha escrito alguno de sus éxitos. En un rincón así hasta yo me atrevería a 'componer'. El comedor también me parece de lo más acogedor, la mesa redonda propicia las sobremesas y las sillas con reposabrazos se ven muy cómodas. 

El ático del Soho que acaban de vender Justin Timberlake y Jessica Biel tiene 230 m2, repartidos en 3 habitaciones, 3 baños y un aseo. Y salón, comedor y cocina comparten un gran espacio abierto. Me encanta esta solución para reunir en una única pared del salón todo el almacenaje: hay espacio para baldas, armarios, la chimenea y la tele. Porque los famosos también ven la tele, señores. 

Tiene dos frentes en paralelo, la mejor opción para aprovechar una planta alargada, y armarios hasta el techo lacados en blanco. Así quedan más ligeros y, con su acabado brillo, reflejan la luz. No es la típica gran cocina americana, pero me parece práctica y bien planificada para tenerlo todo a mano. ¿Habrán oído hablar del triángulo de trabajo?

Perfecto como barra de desayunos y también para controlar al hijo de ambos, Silas Randal, mientras juega en el salón o mira la tele. Me encanta como queda la combinación entre el blanco brillo de la cocina y la madera y el contraste que ponen los taburetes oscuros. Las cocinas abiertas siempre son una gran elección. 

Rodea todo el ático lo que permite que casi todas las estancias de la casa, además de luz y vistas, tengan salida al exterior. La terraza no parece muy ancha pero es de 80 m2 y tiene espacio suficiente para una buena mesa de comedor (cuento que en esta caben ocho personas), perfecta para organizar comidas y fiestas con familia y amigos. Seguro que a la vuelta de la esquina tienen la barbacoa.

¡Qué maravilla! En este ático no hay pasillo, se ha convertido en un eterno vestidor para que reine el orden. Yo me imagino que entre la ropa que deben tener entre Jessica y Justin, los instrumentos de él, las cosas de deporte de ambos, los juguetes del peque... Lo de tener muchos armarios no es ninguna tontería. Que sean de madera es siempre una apuesta acogedora y decorativa. ¡Bien hecho!

Es moderno, pero aún así resulta acogedor. Me chifla este dormitorio. Rodeado de ventanales con unas vistas de infarto al Soho se puede permitir la pared del cabecero pintada en negro. Y la decoración, en gris y blanco y con muebles de líneas puras, queda perfecta. ¿Mi pieza favorita de esta habitación? Ese banco de de espaldas a la ventana, tapizado en terciopelo. ¡Me lo pido!

Revestido de mármol gris, con un gran mueble bajolavabo en blanco, una pared de espejos y, como protagonista indiscutible, la bañera junto al ventanal. Hasta está colocada sobre un desnivel para, todavía, destacar más. Ya me veo aquí, con unas velas, música (de Justin) de fondo y un baño de burbujas para mi solita. ¡Qué poco cuesta soñar!