Harry y Meghan pasaron las fiestas navideñas lejos del palacio de Buckingham. El nieto de Isabell II y su mujer decidieron irse seis semanas fuera del Reino Unido a disfrutar de la primera Navidad de su hijo Archie a Vancouver (Canadá), en compañía de la madre de Meghan Markle, Doria Ragland. El periódico británico Daily Mail localizó la mansión en la que los duques de Sussex descansaron y disfrutaron de la naturaleza.
Y allí fue donde acabaron de tomar una de las decisiones más importantes de su vida, la de dejar de estar en primera línea de la Familia Real británica y renunciar a su sueldo, eso sí, "sin dejar de apoyar a su Majestad la Reina", como decía el comunicado que publicaron en su perfil de Instagram.