Miss Termita, como seguramente tú, tiene dos pasiones secretas, dos guilty pleasures (o 'placeres culpables', para entendernos): una es encadenar episodios de series en Netflix y otra es seguir todos los cotilleos de la familia real británica. Por eso, como adicta a The Crown y como Carlos-Camilista declarada, enterarme de que el castillo donde el príncipe de Gales y Camila de Cornualles ha inaugurado un pequeño hotelito ha sido la gran alegría de la primavera.
Teníamos que colarnos en elCastle of Mey Trust(el castillo que en la serie, tras enviudar, la Reina Madre compra en la costa de Escocia, cuando empieza a sentir que su vida se queda vacía) y ver cómo era el 'bed and breakfast’ más royal de Europa. Y la verdad es que decorativamente es lo que esperábamos y más, más escocés que una falda kilt; más inglés que el té de las cinco.
Es una fantasía 'granny chic' hecha realidad: estampados de florecillas, cuadros de patos y otros motivos de caza, textiles coordinados (del dosel a las cortinas pasando por cojines y edredones), papeles pintados, arrimaderos de madera... Una mezcla de Downton Abbey y la casa de tu abuela que seguro que te enamora. Bien merece una escapada.
Según publicaba The Daily Mail, el Príncipe Carlos ha supervisado personalmente las obras y ha elegido parte de la decoración, telas y colores. Además, es un hotel sostenible, con un menú elaborado con ingredientes locales.
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