Emma Stone es una mujer con suerte. O con talento. O con buen gusto. O con todo ello. Hace unos meses recorríamos una de sus casas y nos quedamos enganchadas. Ahora que vemos la chabola que quiere vender en Beverly Hills de repente nos damos cuenta de que su química con Ryan Gosling no nos da tanta envidia como su patrimonio decorativo. Estas son los detalles que han enamorado a Miss Termita.
1. El suelo de madera
Es de roble oscuro por toda la casa, incluso en los baños. Es la típica tonalidad que, al verla en el catálogo rechazarías, pero que instalada en una casa parece la decisión más elegante del mundo, un suelo cálido y sufrido que subraya cualquier decoración que se le ponga encima.
2. Los estampados vintage
Esas butacas del salón y esos cojines estoy acostumbrada a verlos en blogs de decoración escandinava, pero cuando una actriz oscarizada los tiene en casa me hace sentir que es una de las mías: está atenta a las tendencias y le gusta sentirse mimada en casa, una buena forma de aumentar la autoestima en casa.
3. El porche como un salón
La piscina en Los Ángeles es casi tan necesaria como un coche, pero lo que Emma Stone ha hecho con ella es un sueño años 50, cuando se vivía con menos prisas en casas de una planta forradas en madera. Un comedor y una sala de estar junto a la piscina y en la sombra son un templo al dolce far niente.
4. Los papeles pintados
De nuevo, estampados retro en uno de los accesorios de hogar que normalmente solo solemos ver en casas de verdaderos insiders de la decoración. En el recibidor, en el salón... Por todas partes vemos esta cobertura tan fotogénica como amable.
5. Ese tocador (ay ese tocador)
Solo una verdadera estrella puede tener un tocador así. Y nos referimos tanto a Emma como a ti, querida (o querido). Junto a la bañera y con sus armarios y cajones repletos de cosméticos y mucha luz natural.