De alma costera, espíritu sidrero y pasado indiano. Así es Villaviciosa, la parroquia asturiana en la que Blanca Romero ha encontrado su particular refugio en pleno paraíso natural. Escoltada por el Cantábrico, rodeada de praos y flanqueada por palacetes, blasones, hórreos y granjas, la casa de la modelo se aleja, sin embargo, de la cara más rústica del Principado para asomarse a una calidez contemporánea que coquetea con la corriente Wabi-Sabi.
La también actriz y exmujer de Cayetano Rivera que nos sorprendía hace poco con su participación en el reality de cocina 'Masterchef Celebrity 8', del que acaba de ser la expulsada y se ha quedado a las puertas de la final, lleva disfrutando de su nuevo hogar desde el año pasado. A los más de 137.000 acólitos que siguen sus andanzas en Instagram no les ha pasado desapercibida la imponente estructura de la casa. Está construida a cuatro vientos y distribuida en dos plantas con cinco habitaciones que orbitan alrededor del salón, una zona de grandes dimensiones pensada para ser vivida que cuenta, además, con privilegiadas vistas al exterior.
El enorme jardín con piscina privada compite en belleza con las colinas que lo rodean, fundiéndose ambos en una amalgama de tonalidades verdes que van impresas en el ADN de este privilegiado entorno del norte. Lo recalca la propia Blanca, madre de la también modelo Lucía Rivera Romero y de Martín, con el orgullo de quien puede disfrutar de esa imagen cada día. "Cada ventana es un cuadro", asegura. Vamos a comprobarlo.