Para los propietarios, esta casa en la costa catalana iba a ser solo para los fines de semana. Hasta que una reforma de Petit Côté Déco la convirtió en su lugar favorito del mundo, lleno de luz y detalles confortables. ¿Quieres verlo? Porche con sofá butaca, alfombra y mesa de centro de fibra La casa nos brindaba cosas maravillosas; muchísima luz natural y unas vistas increíbles al mar. Pero las instalaciones estaban deterioradas y no estaba bien aprovechada. La reformamos por completo para que quedara bonita y fuese cómoda y funcional”, nos cuentan Sandra y Alex, sus propietarios. Están tan satisfechos con el cambio, que ahora pasan más tiempo en la casa de fin de semana que en su piso en Barcelona. Comedor exterior con butacas de fibras y mantel de lino “La familia quería una casa acogedora todo el año y lo hemos conseguido con colores cálidos, piezas de madera y una mezcla de look natural y clásico”, nos explica Raquel Zárate, de Petit Côté Déco, la interiorista al frente del cambio (la reforma estuvo a cargo de Construccions d’Aro de la Bisbal). Salón con sofás blancos, puff, chimenea y ventanales con estores La interiorista apostó por pintar toda la casa de un gris claro (el tono NCS1502-Y50R de Jotun) y dar el toque de contraste con la carpintería blanca, como la que vemos en el recibidor y el salón. La zona de salón y comedor forma una L y está presidida por una chimenea. “Sustituimos la que había por esta, más moderna y funcional”, detalla Raquel, que aprovechó la pared con una librería a medida pintada en el mismo gris de toda la casa. Salón con sofás blancos, pufff, mesa de centro de madera y hierro y ventanales con estores “En la zona de estar, las ventanas de casi cuatro metros de largo te hacen sentir como en el jardín. Para resaltar las vistas, los estores y los sofás, que son las piezas más voluminosas, también son blancos”, añade. Un comedor clásico y luminoso Para dar más unidad al salón comedor, Raquel eligió un mismo suelo cerámico que imita la madera. Eso sí, lo cubrió en la zona de estar con alfombras de sisal, y en el comedor con otras más clásicas, en un tono turquesa que engama con las pantallas de la lámpara de techo tipo chandelier. Un office que parece un comedor El luminoso office está rodeado de ventanas que dan al jardín. Las sillas de medallón son herencia de la propietaria, y están combinadas con una lámpara de techo de fibras y una mesa rústica de pie blanco. “Raquel supo integrar perfectamente las piezas recuperadas que son especiales para nosotros, porque pertenecieron a nuestras familias, con otras de nueva generación”, apuntan Sandra y Alex. Una cocina en blanco y beige Ya en la cocina, “los frontales de madera lacada en blanco con efecto tableado son atemporales y neutros, pero no son los típicos que tiene todo el mundo”, reflexiona Raquel sobre el mobiliario. Y nos da una idea: “La encimera es de Neolith de un color gris tostado. En la zona de cocción, sube unos 65 centímetros por encima de la pared para protegerla de salpicaduras. Con las baldas, el corte no se nota y sirve para decorar con cuadros y apliques”. Un dormitorio con esencia romántica Mientras tanto, en la suite principal -a la que se accede mediante un pasillo con vestidor-, la zona de cama resulta muy romántica con el cabecero en blanco y madera y dos cómodas pequeñas a modo de mesitas. Una casa con unidad Si te fijas, en el baño en suite, las puertas del mueble están decoradas con el mismo lino que las del vestidor. Es el tipo de detalles que hacen que una casa enamore. La responsable de la reforma Raquel Zárate, la interiorista al frente de Petit Côté Déco, es famosa por su capacidad de dar forma a espacios elegantes, atemporales y poéticos pensados para vivir y diseñados para perdurar. Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter .