La cocina, al quedar a la vista desde el salón, se planificó buscando la armonía de materiales y colores. Así, el mobiliario, en blanco y con las puertas con cuarterones, encaja a la perfección con la arquitectura clásica de la casa, pero a la vez, el papel pintado con textura textil –el que se ha empleado en toda el piso– y la lámpara de techo, dan el contrapunto más actual.
Mobiliario Época, de Santos. Encimera, de Neolith. Papel pintado, de Elitis. Lámparas, de DCW.