Si nos preguntamos qué es lo que tiene que tener sí o sí la casa de un pastelero, seguro que una cocina amplia, cómoda y equipada es lo primero que nos viene en mente.
Pues así es. El pastelero Joan Mas y su familia tenían una cosa muy clara cuando se mudaron: necesitaban una cocina abierta. Pero además querían una terraza muy acogedora, bien decorada y con diferentes zonas para disfrutar al aire libre.
Es por ello que el centro de la casa es la cocina: con una isla en el centro, donde poder preparar las mejores recetas va a ser muy cómodo. Y además, tienen la ventaja de tener terraza, salón, comedor y cocina conectados y abiertos, con lo que se consigue un espacio muy funcional, único y disfrutable para toda la familia.
Si seguimos con el tour, podemos ver cómo de discreto y escondido tienen el lavadero detrás de una puerta corredera, cómo de divertida es la habitación de los niños y con que elegancia y delicadeza han sido elegidos los textiles del salón y de los dormitorios, consiguiendo un look muy natural.
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