La madera del suelo fue uno de los puntos de partida decorativos. De hecho, María decidió que el resto de la decoración fuera mucho más minimalista para que el resultado no resultara demasiado rústico. La repisa junto a la chimenea también está casi al natural, sin cepillar; el banco y el taburete nos muestran también sus nudos; y el aroma a leña cortada llega hasta el techo. “Es una solución tan estética como práctica, porque usamos la chimenea a diario y no queríamos reponer la leña constantemente”, apunta la decoradora.
Cuadro de Bernhard Lang. Butaca de Bloomingville, en Valentina Shop y mesa auxiliar de Kado. Estores de Deco 75. Cactus y maceteros de Floristería Kimu.