Pues sí, en esta casa vivía una pareja mayor, músicos los dos, que tenían un gran espacio superior donde guardaban todos sus instrumentos. Y ahora, la misma casa, debía albergar una familia que siempre recibía visitas. La solución para redistribuir los espacios fue pensar en amplios espacios en el piso de abajo para acoger a quien se apuntara a cenar o a quien decidiera hacer una visita a Bego y los suyos, y en un piso superior dedicado a desconectar.
Un salón más familiar
Los dormitorios, los baños, un estudio para Bego y un segundo salón genial. "Es un concepto muy americano –nos cuenta Asun Antó, la interiorista–. Al ir a dormir, en vez de retirarte directamente al dormitorio, tienes una sala para hablar, ver la tele, leer… es como un anexo. No es el salón para recibir a la gente sino uno más familiar. Es una sala de ocio donde puedes leer, ver la tele, los niños pueden jugar a la play, etc y a la vez es un espacio ideal para 'el descanso del guerrero". Una idea genial para copiar. Nos la apuntamos.

EN BARCELONA
Un piso inspirado en 'Memorias de África'