Nos quedamos con la súper idea de añadir la terraza al salón para lograr ganar metros hacia el infinito y más allá. Nos encanta. Y no requiere grandísimos (y carísimos) cambios. Solo 5 claves:
1. "Cortiniza" sin tapar: cortinas que dejen paso
O sea, cuelga cortinas que no tapen ni un centímetro de las puertas de acceso a la terraza. Pueden ser estores que se recojan completamente arriba o bien caídas que cuelguen de barras más largas que la carpintería de la puerta, así, al recogerlas, quedarán sobre la pared y no sobre el cristal. Y todo esto, está claro para qué es: para que la conexión visual entre salón y exterior no se vea interferida por nada.

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2. Redistribuye para no obstaculizar el paso Bueno, ni el paso, ni la vista. Nada debería quedar frente al paso a la terraza. Y si algo debe haber, que sea bajito.
3. Decora "a conjunto" No quiere decir que todo lo que pongas dentro tengas que ponerlo igual fuera. No. Pero sí que las piezas que decoren tu salón coordinen con las que decoran la terraza. La unión ganará fuerza.
4. ¡Los colores también! Cojines, plaids, complementos... Si puedes conseguir que tengan los mismos tonos dentro que fuera, mucho mejor.
5. Plantas mágicas No solo llenes de macetas el exterior. Si en tu salón también hay verde, ese verde conectará con el de fuera y los límites entre interior y exterior se difuminarán.
Ya lo ves, no es difícil y el efecto es... ¡perfecto! Pruébalo.

¡Y tan frescos!
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