El olfato es uno de los sentidos que más memorias nos traen. A través de los aromas, somos capaces de viajar en el tiempo, recordar personas, situaciones o épocas enteras de nuestras vidas. Nos conecta con nuestro inconsciente y es capaz de activar todo tipo de emociones.
Irati Herrero es la creadora de Me Mi Mo Lab, una iniciativa que define como un laboratorio de experiencias alrededor del olor y el tacto. "Estoy convencida de que el olor es una herramienta de comunicación muy potente y diseñar fragancias es para mi un camino de explotación creativa. Algo así como escribir un libro, componer una sonata o pintar un cuadro."
Para Irati, todos tenemos nuestra propia huella aromática: emitimos y percibimos olores, olemos y nos huelen. También le sucede lo mismo a nuestro hogar.
"Un simple aroma es capaz de desencadenar una catarata de sensaciones. Desde que nacemos empezamos a desarrollar nuestra memoria olfativa, creando asociaciones entre aromas y situaciones: seguridad-inseguridad, agradable-desagradable, bueno-malo, alegre-triste."
Por todo ello, cuidar pequeñas cosas como las fragancias que respiramos al llegar a casa, junto con la iluminación (mira cómo utilizar las guirnaldas de Navidad) o una buena música de fondo, ayudan a desconectar de las obligaciones diarias y conectar con un estado de bienestar.
"En el día a día es muy probable que no seamos capaces de percibir los aromas que convierten en hogar nuestra casa. Sólo somos capaces de reconocerlos cuando volvemos de un viaje. Sucede justo en el instante de descorrer la cremallera del equipaje, cuando los olores que has traído contigo escapan de las aberturas de la maleta."
Haz que en tu casa se respire un buen ambiente, que te llenen los sentidos de paz y bienestar al tiempo que te remite a las mejores emociones que se guardan en tu memoria olfativa. Y todo, con pequeños detalles que puedes poner en práctica desde hoy.