¿Sufres migraña? Remedios caseros para combatirla

El dolor de cabeza es un problema muy frecuente, todos podríamos decir que lo hemos sufrido alguna vez, y tiene muchas causas diferentes. Aprender a detectarlas y evitarlas es, sin ninguna duda, el mejor tratamiento para la migraña, en muchos casos, mejor que la propia medicación. Nuestros hábitos y el estilo de vida suelen ser claves. Y nuestra casa puede ser el refugio ideal para aliviarla.

Muchas personas que sufren de migrañas sienten que la luz del sol es un desencadenante. La estimulación sensorial excesiva es uno de los factores que debemos controlar: las luces brillantes e intermitentes pueden inducir las cefaleas, al igual que los sonidos fuertes. Correr las cortinas para filtrar la luz y lograr espacios donde mantenerse a oscuras, es clave.

Olores fuertes como el del perfume, el incienso o los productos de limpieza son otro de los desencadenantes de la migraña. También la calidad del aire: el humo del tabaco o la contaminación... ¿Ya sabes cómo cuidar el ambiente y respirar un aire sano? Ventila bien, usa productos de limpieza naturales o ecológicos, evita ambientadores sintéticos, utiliza plantas que te ayuden la "limpiar" el aire...

Muchos de los dolores de cabeza son tensionales o fruto de sobrecargas en la musculatura de la zona del cuello, los hombros, la parte superior de la espalda... Son causados por las malas posturas en el trabajo y también en casa. Revisa si tu espacio de trabajo cumple las condiciones ergonómicas adecuadas (silla, altura de la mesa y de la pantalla...), reduce las horas que pasas mirando el móvil (esta posición desencadena el síndrome del cuello roto) y confirma que tu postura en la cama sea la adecuada (colchón, almohada...). También podría resultarte beneficioso aprender a relajar los músculos de forma consciente, un grupo cada vez. Dedícale unos minutos al día. 

Para algunas personas, los cambios climáticos pueden causar desequilibrios en las sustancias químicas del cerebro y provocar el dolor intenso de una migraña. También influyen otros factores del clima como tener mucha humedad, calor extremo o aire seco. Por eso, hemos de evitar en casa estas condiciones, así como los cambios excesivos de temperatura entre interior y exterior en pleno verano o invierno.

El estrés y las migrañas suelen ir de la mano. Es imposible evitarlo todos los días, pero sí puedes controlarlo. Simplifica tu vida en lugar de intentar encajar todas las actividades y tareas diarias. Encuentra momentos para hacer cosas que te gusten, al menos 15 minutos todos los días, y agéndalos como cualquier otra prioridad máxima. Podría ser un deporte, un café con un amigo o leer nuestra revista. 
Aprende a relajarte. Hacer respiraciones profundas desde el diafragma puede ayudarte: concéntrate en inhalar y exhalar lenta y profundamente durante al menos 10 minutos todos los días. También puedes echarle un vistazo a esta guía para aprender a meditar.

Solo tú eres realmente consciente de cómo ha de ser tu casa para sentirte relajada, pero hay unas pautas universales que te ayudarán. Los colores son muy importantes: los verdes y los azules son teóricamente los más relajantes. Los blancos nucleares que reflejan mucha luz, en cambio, pueden desencadenar las migrañas. Los colores muy intensos y vibrantes también. Tener un espacio y un momento solo para ti, debería ser otra de las premisas de cualquier hogar antimigrañas.

Si te cuesta dormir, cualquier cosa que te ayude a relajarte al final del día puede mejorar la calidad del sueño: escucha tu música preferida, lee uno de tus libros favoritos... Pero no el dormitorio. Utiliza el dormitorio solamente para dormir y para la intimidad. No mires televisión ni lleves material de trabajo a la cama. De hecho debes evitar al máximo la luz y los aparatos electrónicos en la habitación, sus pequeñas lucecitas de stand by también interfieren en tu sueño. Descubre más consejos para descansar mejor.

Cuando empiezan a aparecer los síntomas de la migraña, las infusiones pueden ayudarte a detenerlos o aliviarlos. Las de matricaria son eficaces en migrañas con náuseas y vómitos porque mejoran estos síntomas digestivos y también son analgésicas y antiinflamatorias. Si el problema es el estrés, lo mejor será la valeriana que tiene un efecto calmante, sedante y antiespasmódico.

La menta y la lavanda son los mejores aceites esenciales para aromatizar la casa y prevenir o aliviar las migrañas. Además de con el difusor, la lavanda la puedes usar directamente para calmar las cefaleas tensionales: pon dos gotas de aceite esencial en los dedos y masajea las sienes, las órbitas oculares, la nuca y detrás de las orejas.

Un simple baño caliente puede relajar los músculos tensos y ayudarte a quitar la migraña tensional. Si le añades aceites esenciales, potencias el efecto: además de la lavanda, la mandarina o el jazmín pueden calmarte. Si no tienes bañera, una ducha, las compresas calientes o las almohadillas térmicas te ayudarán. El frío puede ser analgésico, pero es mejor solo aplicar compresas con hielo. Prueba con qué cambio de temperatura te sientes mejor: frío o caliente.