¿Qué significa "procastinar", ese término tan de moda? Se trata de posponer o aplazar tareas y responsabilidades y elegir actividades que nos resultan más gratificantes... pero que son, según la vida moderna, 'irrelevantes'.
¿Quiere decir esto que procastinar es de 'perezosos'? El psicólogo Ramón Soler considera que "en realidad, el procrastinador nunca está quieto, siempre está haciendo algo. Lo que sucede es que pospone las tareas que debe atender para dedicarse a otras más entretenidas y agradables". Así que ya sabes, se puede dejar de hacer algunas cosas sin que repercuta en la eficiencia -ya sea laboral o personal-.
Cosas que se pueden dejar de hacer
Para Soler esa decisión la debe tomar uno mismo: "Es algo muy personal, cada persona debe buscar un equilibrio sano entre las obligaciones (impuestas por otros o por nosotros mismos)". Para tener una pauta lo que se tendría que hacer es "intercalar periodos de descanso o de cambio de actividad, cuando estemos haciendo aquello que es obligatorio e ineludible".
Una de las cosas que puedes intentar es autorregularte con el uso del móvil. "Las tecnologías representan las dos caras de la moneda de la procrastinación -explica el psicólogo-. Por un lado, nos ofrecen la evasión inmediata y amena, la forma fácil de desviar nuestra atención de nuestra tarea. Pero también estar conectados las 24 horas del día nos hace muy difícil desconectar del trabajo y de las obligaciones. Conozco a personas que reciben emails de sus jefes, incluso, en domingo, para asignarles nuevas tareas".
"Es muy difícil, pero debemos encontrar el equilibrio entre el trabajo y el ocio", añade el psicólogo.
¿Qué puede ocurrir si no procrastinas?
Ramón Soler lo tiene claro: "Si no nos cuidamos, si no reservamos un espacio del día para descansar y despejar la mente, iremos acumulando hormonas de estrés como el cortisol o la adrenalina. Y hoy sabemos que el efecto a largo plazo de estas hormonas es perjudicial para nuestra salud. A nivel psicológico, vivir con altos niveles de estrés, puede llevarnos a sufrir crisis de ansiedad o, por otro lado, inducirnos una depresión, cuando nuestra resistencia se agota. Esta tensión continuada, también nos afecta a nivel físico, disminuyendo nuestro sistema inmunitario y haciéndonos más vulnerables a cualquier enfermedad".
¿Por qué será bueno para ti si procrastinas?
No solo te sentirás mejor de manera física y mental sino que, como asegura Soler, "los niveles de estrés se reducirán, lo que significa que vivirás de forma más relajada y descansarás mejor".

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De Dara Díaz.
"Los beneficios del descanso son múltiples. Contrariamente a lo que se suele pensar, en esos momentos de procrastinación, nuestro cerebro sigue activo, trabajando en la tarea que hemos dejado a un lado, de forma que, cuando la retomamos, seremos mucho más creativos y podremos tener enfoques nuevos y frescos sobre lo que estemos haciendo", añade.
Rebélate y procrastina
Sin embargo, en el día a día hacemos mil cosas a la vez e intentamos rendir al máximo. Existe un derecho asertivo que es el derecho a hacer menos de lo que somos capaces de hacer. "Efectivamente, en la procrastinación hay cierta rebeldía contra las tareas impuestas y un reclamo por lo que, de verdad, nos gusta y nos apetece hacer. Quizá, en el interior de cada procrastinador (todos lo somos, en mayor o menor medida) podemos escuchar la voz de aquel niño obligado a hacer sus deberes y a estudiar hasta altas horas de la madrugada, que nos dice "quiero ser yo mismo, quiero tener tiempo para mí"", concluye Soler.