Pasarse 10 minutos cada mañanea plantada delante del armario y atrapada en el clásico "No sé que ponerme" es un síntoma de que algo no anda bien, de que necesitas hacer un plan de depuración de tu armario. Normalmente suele ocurrir porque tienes demasiada ropa, porque no tienes el armario ordenado o porque no es funcional.
Pocas veces es porque realmente tienes poca ropa, a no ser que realmente tu cuerpo haya cambiado mucho en este medio año o que tengas un problema de definición de estilo o de autoimagen. Repasemos un poco todas estas causas y preparemos un plan detox.
Para detectar problemas
Enfrentarse al armario es como enfrentarse al espejo. A esa relación que tenemos con nosotros, con nuestro cuerpo y con con los demás, con la imagen que proyectamos al mundo. Igual es un buen momento para preguntarnos qué tipo de relación es. ¿Estamos en batalla constante con nuestro cuerpo dieta tras dieta? ¿Nos preocupamos demasiado por lo que piensen los demás? ¿Tenemos un estilo propio o solo seguimos las modas? ¿Compramos compulsivamente casi cada semana?
Detox es depurar, limpiar, purificar, simplificar... Parece que nos ponemos un poco trascendentales, pero tener en tu armario ropa que no tiras porque te costó mucho dinero o porque te gusta pero que ya no te sienta bien, es como mantener una herida abierta, una batalla continua contra nosotras mismas, un recuerdo constantes de que hemos fallado o cambiado y que no nos gustamos. En esa dinámica, tirar o dar esas prendas puede ser más liberador de lo puedas imaginar.
La regla básica y la que te debes repetir como un mantra es: solo se queda en el armario si me gusta, me queda bien y me hace feliz. De nada sirve guardar ese precioso vestido de hace diez años... No nos engañemos, difícilmente entrar en un vestido será motivación suficiente para cambiar nuestros hábitos. Además, muchas veces no es ni un objetivo razonable, es inevitable que nuestro cuerpo cambie con el tiempo.
Y si realmente quieres cambiarlo, si es muy importante para ti, no te quedes atrapada en la queja o en el deseo, pasa a la acción. ¿Realmente estás dispuesta a invertir tu tiempo y tus energías en ello? Haz que forme parte de tus prioridades en este curso, siéntate y traza un plan, con sus pros, sus contras y todos los cambios que implica en tu día a día.