Descubrimos Can Casadellà, un hotelito con mucho encanto en el Maresme para una escapada perfecta

Si algo nos gusta para las casas El Mueble es dar ese estilo cálido y acogedor en el que sentirse seguros. Que nuestra casa sea nuestro refugio. Y eso es lo que transmite Can Casadellà, un Hotel Rural que hemos descubierto en Premià de Dalt lleno de tranquilidad y, precisamente, en un ambiente acogedor y relajado. Podéis hospedaros en una de las confortables habitaciones y disfrutar de una inolvidable estancia en un entorno lleno de historia y naturaleza.

Can Casadellà es una casa señorial de tres pisos con galerías laterales y fachada esgrafiada al estilo de las casas de los indianos. La primera y segunda planta fueron restauradas a finales del s. XIX, principios del XX, con suelos hidráulicos, vidrieras modernistas y arcos neoclásicos que alojan amplios comedores y salones. La tercera planta mantiene el sabor de una masía del s. XVII, con suelos de terrazo y puertas de madera rústica.

Una casa llena de historia, según las referencias, ya existía a principios del siglo XVI. Hasta mediados del siglo XIX la casa era una masía con explotación agrícola, basada en la horticultura y la viña. A lo largo de tres siglos, la casa ha ido creciendo, pero siempre conservando su esencia original, la cual pueden disfrutar hoy en día todos los huéspedes.

La casa se encuentra situada en medio de una finca de 5 hectáreas que incluye huerto, campos de cultivo y bosque de pino mediterráneo, rodeado de zonas ajardinadas.

En la finca se puede pasear por amplios senderos que conducen a diversidad de rincones encantadores como el Safareig Rodó, la Pèrgola, la Mare de Déu y el Nierikot. También se puede subir a los Pinos por el Torrent o por las Escaleras de los Cipreses y bajar por el camino del Bosquet. Una antigua balsa en frente de la casa ha sido habilitada como piscina y puedes relajarte tomando el sol o a la sombra de árboles centenarios. ¡Qué maravilla!