Como padre y miembro de una gran familia sé que los centros comerciales o las grandes superficies pueden ser complicadas con niños. Pero tengo una buena noticia: con unos trucos básicos y una buena planificación, puedes convertirlo en un maravilloso plan. En serio. Lánzate a la aventura y crea tus propias reglas.
En Ikea son muy suecos
Veamos: si el restaurante está lleno de familias y bebés, será por algo. Son suecos, y eso quiere decir que tienen muy en cuenta las necesidades de las familias con niños. "Cada tienda ofrece tronas, comida para bebé de producción ecológica, estaciones para calentar comida de bebé y comidas saludables para los niños en el restaurante, zonas de juegos y de lactancia", explican en su web.
Pero ¡ojo! Consejo: ve cargado con tu comida si no te quieres pasar el día en el restaurante (o no te gustan las albóndigas).
Segundo consejo: si tu niño o niña tiene más de 3 años, se puede quedar un rato jugando en la zona de juegos. Mi sobrina, de hecho, ¡pide ir a Ikea! para jugar en la piscina de bolas. "Todas nuestras tiendas tienen una guardería que puedes usar durante 45 minutos cada vez (reserva en la tienda)".
Pero cuidado con las promesas si son pequeños, porque el requisito es la altura. Tu hijo debe medir entre 95 y 124 cm. Es decir, no avises de que vais a la piscina de bolas hasta que no compruebes si pueden entrar (o te meterás en un lío).
A la caza del tesoro
Si pese a todo tus hijos deciden acompañarte en la búsqueda de tu nueva cómoda o juego de sillas, pon normas claras. Con tal cantidad de estímulos de formas y colores, es inevitable que tus hijos te pidan que les compres cosas. Una opción es decirles desde el principio que pueden escoger un artículo cada uno. Seguro que les hará ilusión ir a la caza del tesoro y escoger con inteligencia.
Si quieres enseñarles a ordenar y a buscar artículos útiles, ponles retos: "¿Y si buscas una cesta para poder pintar como una profesional? Así ya no te costará encontrar el lápiz de color que necesitas". Estarán entretenidos un rato.
Muy importante
Asegúrate de que tus niños no te pedirán en medio del recorrido un baño, por favor. Ve al baño antes de empezar a recorrer la exposición y así te ahorras tener que pasar corriendo por la sección de alfombras o de fundas nórdicas.
Tampoco está de más, para su seguridad y tu tranquilidad, que les pongas una pulsera con su nombre y tu número de teléfono por si en algún descuido se pierde. Aunque lo ideal es que les hagas entender la importancia de quedarse siempre cerca de donde estéis los mayores.
Piensa en la logística
Si lo de tener ganas de ir al baño es un clásico, lo de tener hambre también lo es. Lleva siempre en el bolso y mochila algún snack saludable para aplacar el gusanillo del hambre y no tener que ir corriendo a la cafetería y la zona de restaurante, y dejarte sin ver la sección de cocina o los interiores de armario.
Ten en cuenta que en Ikea saben que un niño de mal humor significa unos padres nerviosos y eso se traduce en prestar menos atención a la tienda y a sus productos. Por esto tienen lo tienen todo muy estudiado y cada cierto tiempo en sus tiendas hay rincones pensados para que los niños jueguen y se entretengan. Y, de paso, los padres miremos tranquilos.
¿Cuál es la mejor hora para ir a Ikea?
Hay varias opciones para acertar con el horario. Si vas por la mañana, tendrás todo el día para dedicarte a montar, ordenar y tirar aquella montaña de cartones que se acumulan en el salón cuando montas muebles de Ikea. De esta manera involucrarás a toda la familia en la compra, pero también en el montaje y orden, y os iréis a dormir todos agotados habiendo hecho un plan familiar de día entero.
Si tienes otras cosas que hacer, ir por la tarde tiene una gran ventaja. Aunque probablemente tengas el establecimiento más lleno, llegarás a casa con los hijos cansados y se acostarán sin rechistar (y así tendrás algo de tiempo para ti).
Que ellos también decidan
Recuerda que compartes espacio con tus hijos y que involucrarlos en las decisiones les hará sentir parte del plan de decorarlo. Antes de ir a IKEA plantea una lista conjunta de necesidades. Puedes hacer que ellos lleven la lista y que a medida que vais seleccionando artículos que los tachen de la lista. ¡Se verán inmersos en una misión!
Y en la tienda, escucha y mira. Tus hijos podrán decirte qué salón les gusta más, qué habitación querrían de mayores, etc. Es una forma maravillosa de ver en qué sueñan y cómo imaginan su día a día tus hijos.
Es una buena idea que les dejes escoger algunos productos, como el nuevo juego de sábanas de dinosaurios de su habitación o el olor de esas velas aromáticas que siempre tenéis en el salón. Los niños tiene muy claro los que les gusta y lo que no. ¡Y puede que incluso te den grandes ideas o vean cosas útiles que tú no ves!
No olvides las bolsas
Llegas a la caja y te toca comprar tres bolsas icónicas de Ikea porque no tienes las tuyas propias. Haz como cuando vas a la compra, lleva tus propias bolsas y asegura que no dejas artículos fuera de ellas.
Puedes llevar un par de bolsas de tela pequeñas y que tus hijos te ayuden a cargar las cosas que has comprado para ellos. No les hagas cargar peso, simplemente que se convierta en algo simbólico. Y antes de salir, una mirada en la zona de comida es casi obligada. Hacedlo sin hambre, si no os iréis cargados de patatas con sabor a cebolla, salmón y rollitos rellenos de canela...
¿Cabrá todo en el coche?
Después de haber superado la aventura de la visita a Ikea llegas al coche y ¡no cabe! El estrés de poner todo dentro del coche suele ser un momento tenso entre las familias. El juego del tetris con niños y muebles y complementos no tiene ninguna gracia. Así que antes de comprar, asegúrate de que lo que compras cabe bien. Si no, puedes pagar el transporte de Ikea o divide la compra en dos días.
Juguemos a carpinteros
Ya en casa llega la ardua tarea de montar los muebles. Deja que los niños te ayuden a entender el plano y las instrucciones. Muchas de las piezas de Ikea se montan con la mítica llave Allen, muy fácil de usar para los niños.
Y ahora llega la última gran pregunta: ¿volverás a Ikea con niños?