"Utilicé colores muy neutros y el rosa, al mezclarlo con mostazas y no poner ni estampados femeninos ni princesas, puede servir también para un niño pequeño de hasta 9 o 10 años", nos cuenta Olga Gil-Vernet. En este dormuitorio todo está pensado para compartir: "Cada uno tiene su armario, sus estantes y una mesita que hoy utilizan los dos hasta que llegue la de estudio".
Y es que Víctor y Daniel todavía son pequeños, de ahí que proteger las paredes no esté de más. Olga las pintó de blanco para poder combinar todo tipo de textiles y ganar luminosidad, pero las revistió con un arrimadero lavable.
Jugar decorando
Además de práctica, esta habitación también es flexible. Una puerta corredera permite aislar las dos zonas cuando se necesita. Y además está llena de detalles para que Víctor y Daniel estimulen su imaginación. Las alfombras, varias y redondas, les ofrecen distintos escenarios para inventar historias.
El banco tipo palé "es un juguete más para ellos. Juegan con los cojines, lo cambian de sitio... Les divierte cambiar la decoración de su habitación". Y hasta las lámparas están colgadas para que jueguen: "Les gustaba mucho tocarlas y decidí poner una más baja para ellos". La creatividad no tiene reglas.