Restaurar muebles

¿Quieres ser una nueva rica? Da una segunda vida a tus muebles viejos. También puedes sumarte a la tendencia del upcycling y reciclar objetos que han quedado fuera de uso para conseguir algo nuevo. 

La carpintería de algunas puertas antiguas tiende a ser demasiado oscura, cargando mucho el espacio. Prueba a pintarlas de blanco o de un color claro y comprueba la diferencia. Plantéate, incluso, si esa división es realmente necesaria o si ganarás amplitud visual eliminándola y unificando espacios. Mira cómo pintar las puertas de casa paso a paso. 

Si tu parquet de madera resulta demasiado oscuro o está demasiado desgastado, recuerda que siempre puedes decaparlo y devolverle su color original o pintarlo en blanco o en gris claro. El proceso es similar al que ya has visto para pintar las baldosas. Lija para eliminar barnices o ceras, limpia a fondo el suelo, aplica cera en barra para tapar rayones o desperfectos, da una capa de imprimación (este paso te lo puedes saltar si usas resinas bicomponentes) y pinta encima. Hay pinturas especiales para maderas que dan muy buen resultado.

"No soy partidaria de usar productos químicos. Así que voy a compartir un tip natural. Retira los herrajes del mueble, con paciencia (y con cuidado). Guarda bien los tornillos o clavos para no perderlos. Calienta un poco de vinagre. Ojo porque huele bastante así que mejor abre las ventanas. Retira del fuego. Ponte guantes y con una lana de acero fina, que puedes comprar en cualquier ferretería, frota la superficie. Si hace falta utiliza un cepillo de alambre. También puedes sumergirlos y dejarlos un rato hasta que se afloje la suciedad y luego frotar con la lana de acero", aconsejan desde Calma Chechu.

"Si quieres estar seguro busca referencia de sus trabajos, visita su taller, web y redes sociales, comprueba que los productos que usa son de buena calidad. También debes tener en cuenta que la restauración es un trabajo que requiere estudio previo de la pieza, productos, materiales y horas de trabajo que realiza casi en su totalidad de manera artesanal, por eso no está al alcance de todos los bolsillos, y tanto para restauraciones clásicas como renovaciones hay que ir con tiempo", advierte Roxy de Muebio, hasta ahora conocida como La Lleonera.

"Sí, pueden pintarse. Lo importante son los pasos previos a pintar. En primer lugar hay que limpiar muy bien la superficie, mejor si es con un desengrasante. El segundo paso es aplicar imprimación, en este tipo de superficies es imprescindible para un buen resultado. Y por último podemos pintar. Siempre recomiendo apostar por una buena calidad en pintura para un buen resultado", sostiene Neus, de Crea, decora, recicla.

"Yo siempre digo que casi cualquier color le quedará bien a un mueble, la elección no debe ser "mirando" únicamente el mueble, "la mirada" debe ser más global. Deberías valorar en la estancia qué colores tienes en la pared, en el resto de detalles, accesorios y con este pequeño análisis escoger el color más adecuado. De todas maneras los neutros siempre dan buen resultado: blancos, tierras, grises...", aconseja Neus, de Crea, decora, recicla.

"La pintura a la tiza o chalk paint en principio no necesita lijado previo para agarrarse. Personalmente, aunque sea latoso, yo siempre le doy un lijado al mueble antes de pintar. Puede ser ligero, a mano, para abrir un poco el poro de la pintura o el barniz", aconseja María de drlivinghome.

Otra de las 6 reformas para cocinas mini que te proponemos es pintar los frentes de los muebles de la cocina y cambiar sus tiradores. Así dejarás de verlos como hasta ahora. Debes empezar por quitar las puertas y frentes de cajones de los módulos y retirar bisagras y tiradores. Mira paso a paso cómo se hace.

Hemos preguntado a Neus, de Crea Decora Recicla, cómo se trabaja con Chalk Paint sobre textiles. "Puedes renovar cualquier tejido. No solo te permitirá actualizar y personalizar prendas, sino que puedes teñir telas con las que confeccionar luego cojines o tapizar una silla. 

Una típica alacena rústica de esquina se llevó aquí hasta esta cocina de aire rústico para decorar un rincón sin uso y darle calidez y a la vez, practicidad. Pintada de  un verde grisáceo destaca en la pared color arena.

Perfecta para piezas de vajilla con historia. Si quieres conseguir un look como este, apuesta por pintura chalk paint y luego, líjala de forma irregular hasta que salga el color original de la pieza. ¿Te gustaría ver más ideas de pinturas envejecidas? Aquí tienes unas cuantas.

La vitrina ideal para guardar (y mostrar) vajillas tan preciosas como esta. Si tú también tienes una vajilla heredada que merece la pena ser vista, una vitrina es la pieza que necesitas. Patinada, como esta, ganará "antigüedad" con mucho estilo. 

Pero sin cristales y con mucha gracia. ¿Sin cristales? Sí. En su lugar, rejilla de gallinero. Es el comedor de la estilista Conchita Crespo, que necesitaba una pieza especial para guardar su colección de porcelana húngara y reconvirtió esta antigua pieza en una vitrina muy personal. 

Cuando estás de vacaciones el estrés desaparece como por arte de magia. Una buena terapia para mantenerlo a raya es concentrarte restaurando un mueble. Píntalo en un color vivo y si quieres decápalo para restarle intensidad. Su resultado te sorprenderá.

Las piezas recuperadas dan calidez a los espacios. Son muebles con historia que inspiran nostalgia y dan un plus acogedor a cualquier estancia y, más, en el dormitorio. Si además les das una pátina azul, estarás aumentando su influencia positiva. 

En este dormitorio es primavera todo el año. Alegre y colorista y lleno de naturalidad gracias al uso de las fibras vegetales de la alfombra y la lámpara de techo. 

A falta de cabecero, buenas son puertas. Quizás el refrán no es exactamente así pero lo que sí está claro es que no es necesario comprar un cabecero para decorar la cama.

Recicla un viejo armario y transfórmalo en una estantería. Podrás cerrar las puertas si así lo deseas y ganarás un espacio extra. También puedes añadir unos estantes con maderas y almacenar pequeños objetos.

"Si los almohadones son de plumón, se pueden rellenar o mezclar con copos de fibra para ganar volumen y confort. Y si son de espuma de poliuretano, es fácil cambiarlos por una nueva o una de viscoelástica", nos cuenta Jaume Escursell, tapicero de Escursell Tapissers.

¡Pues claro! Un buen plan es precisamente este de Pia Capdevila: alicatar en blanco dos tercios de la pared y empapelar la zona más alta con un vinílico, que resiste la humedad. Su dibujo a franjas verticales hace crecer visualmente el espacio a lo alto. 

Opta por papeles en colores claros, incluso si son estampados. En un office como este, la pared empapelada da personalidad a la pared y la protege de los roces.

Recupera y reutiliza algún mueble antiguo como una cómoda, un colgador o como en este caso un botellero para ordenar tus bolsos de mano. Los muebles tienen más de una vida. 

Uno de los colores será el dominante –en este caso, el verde– y puede reservarse para las piezas más vistosas de mobiliario, aquí se ha aplicado a las puertas recuperadas convertidas en cabecero. Y los otros dos colores actuarán como complementarios.  

Si se realiza manualmente, el precio ronda los 25 €/m2 y si se decapa químicamente, por inmersión en cubas especiales, unos 30 €/m2. Pero ¡ojo! decapar una puerta lacada no es muy viable, según Kike Etxebarri, porque la laca penetra por los poros y grietas de la madera y nunca se elimina del todo. 

La casa está en Pals, un pueblo precioso de l'Empordà y el mar de esta zona llega hasta el agua de la piscina. ¿Cómo? A través del gresite, que es de un verde que tiñe el agua del color del mar de la Costa Brava. La fuente con caño de hierro es recuperada. 

Son del siglo XVIII. Josep las rescató de una tienda de derribo y las convirtió en puertas de paso para el baño y en puertas para el armario. Extraordinarias. 

Josep nos cuenta que estas puertas provienen de Torroella, un pueblo cercano a Pals, en cuya calle principal muchos palacios tenían estas puertas.

 Acaban de inaugurar un showroom gigante en Ibiza, pero su tienda de Madrid nos sigue encandilando. Aquí prácticamente todos los muebles tienen nombre y apellido: estantería de Gianfranco Frattini, pareja de butacas diseñadas por Vladimir Kagan, lámpara de pie diseñada por Maison Jansen... (Castelló, 8).

 José Carlos Méndez, socio y encargado de esta tienda, es quien localiza las increíbles piezas de arte y mobiliario de los siglos XVIII y XIX que luego pone a la venta en plena Milla de Oro madrileña (José Ortega y Gasset, 8).

Para restaurar una pared de piedra, como la de esta antigua rectoría reconvertida en vivienda, necesitarás una maquina de arena o de agua a presión.

No necesitas ver el vídeo de Marie Kondo para saber que lo que no has usado en seis meses es probable que no lo vuelvas a utilizar jamás. Y no nos referimos a la vajilla de tu abuela, la que sí que has de recuperar y valorar con cariño. El vajillero de madera es de Becara y la vajilla blanca, en Sandra Marques.

Mueble bajolavabo de madera decapada con lavamanos sobre la encimera. De Arianne Jiménez Baladía y Rafael Campins. 

Y el resultado, aunque actual, no olvida sus orígenes. Las patas y el embellecedor superior se han mantenido en su color original. Y los tiradores también son los que venían en el armario. Para no perder su carácter, en vez de cambiarlos por unos nuevos, se pintaron como las puertas. 

Es más que suficiente para que la madera desaparezca bajo una pátina blanca o gris (como aquí). Si quieres darle un toque distinto, pinta solo el exterior del mueble y deja las baldas y la trasera originales. ¡Queda genial!

Para forrar la trasera de la alacena con papel pintado no necesitas usar engorrosas colas. Con una grapadora de bricolaje la tendrás lista en un momento. El papel pintado es de Sandberg.

Al combinar distintos acabados en los frentes y la trasera de la alacena consigues que esta gane sensación de profundidad. La mezcla del gris claro y el estampado floral es luminosa y elegante. 

Unos tiradores de aire vintage (de Zara Home) ponen el toque final a la alacena. Lo ideal es que encajen con los agujeros que ya tienes hechos y así te ahorras de taladrar. 

Recupera piezas antiguas y ganarás autenticidad, como se ha hecho en este dormitorio con este mostrador antiguo recuperado típico de la decoración Wabi-sabi.