Ahorro

En un piso pequeño es buena idea apilar la lavadora y la secadora. De esta forma, los electrodomésticos ocupan menos metros cuadrados. Además, a menudo queda espacio sobre ellos para un pequeño espacio de almacenaje donde colocar la plancha, el detergente, los suavizantes, etc. Fábrega cree que veremos cada vez más puertas escamoteables para conseguir un espacio visualmente uniforme; sobre todo "en el módulo compacto de cocina para que cuando estemos relajados en el sofá no veamos el reloj del horno o del grifo de la cocina", apunta el arquitecto.

Mientras que la mantequilla se puede congelar 9 meses, los yogures aguantan dos meses ya que están fermentados. Los quesos sólidos (curados y sin curar) te aguantarán medio año pero los grasos y fundidos como el brie, solo puedes congelarlos durante un mes.

Son carnes muy magras, con mucha proteína, por lo que aguantan hasta doce meses congeladas (al contrario que el azúcar e hidratos de carbono.

La ternera y cordero crudos aguantan sin problemas hasta nueve meses. En cambio, el cordero asado puede aguantar los doce meses. Las chuletas de cerdo crudas, por su mayor proporción de materia grasa, reduce su duración hasta los seis meses, aunque si la carne ha sido asada y hay perdido parte de sus lípidos, puede durar hasta un año.

Los crustáceos duran más crudos. La langosta aguanta cruda doce meses y los centollos y bueyes de mar diez meses. Si han sido cocidos, su tiempo se reduce a un máximo de tres meses. Las ostras, igual que los mejillones, pueden durar de dos a tres meses. En cambio, las almejas pueden durar hasta 6 meses. Pulpos y sepias y calamares, si están limpios y debidamente eviscerados, pueden durar medio año.

Las verduras pueden durar entre 8 y 12 aunque hay excepciones. Aquellas que tienen mucha cantidad de agua, como la lechuga, el apio, el pepino, o las que después vamos a comer crudas, como el tomate o la cebolla en ensalada, mejor no congelarlas. Tampoco congeles las patatas.

Aprovecha los tápers de tu madre pero no apures ya que los estofados (de cualquier tipo) aguantan solo 4 meses.

Si has hecho galletas con los más peques y te han salido más de las que imaginabais, las puedes congelar. Hasta ocho meses. Pero recuerda, cuanto más azúcar menos tiempo.

Si vas al horno a por el pan ya puedes comprar dos baguettes con la tranquilidad de que si sobra pan, puedes congelarlo durante 3 meses y descongelarlo sin problemas manteniendo todas sus propiedades siempre. En el caso de panes sin hornear, que se venden en algunas grandes superficies, el tiempo se reduce a un mes.

Echar un vistazo a tus cuentas bancarias y movimientos cada mes es un acierto. Esto te dará perspectiva sobre lo gastado. Te servirá para realizar ese presupuesto mensual del que hablamos y saber qué imprevistos han surgido. De hecho, "guardar" algo de dinero para imprevistos hará que te sientas tranquila cuando surjan.

Si siempre planchas en el mismo lugar plantéate colocar una barra para dejar las prendas. No solo para tenderlas sino porque una vez planchadas las podrás dejar fácilmente colgadas hasta que las guardes en el armario.

Olvida los "Y si..." o los "por si acaso", es decir, prioriza. Si dudas, hacer una lista te ayudará a ahorrar espacio, tiempo y a tener claro lo que necesitas.

Destina un táper en el frigorífico para colocar dentro lo que esté a punto de caducar. De esta manera no "morirá" olvidado en el fondo de la nevera.

Si la mancha de café ha caído sobre un mantel claro, déjalo en remojo toda la noche en leche y al día siguiente, lávalo. Y si es un mantel de color, diluye la yema de un huevo en agua y también déjala actuar toda la noche.

Si es tinto y se ha secado, mezcla 1/3 de lavavajillas con 2/3 de agua oxigenada. Pon una toalla bajo el mantel, moja la mancha con la mezcla y deja que actúe. Luego lava con agua fría.

Para limpiar los cristales, primero quita el polvo con un trapo y luego pasa una esponja humedecida en agua, vinagre y alcohol. Antes de que se sequen, frota con un paño de microfibras antipelusas.

Encérala la madera naturalmente. En una taza pon tres partes de aceite por una de vinagre de manzana y cada 2-3 meses aplica esta mezcla sobre el suelo con un trapo que no deje pelusas.

En un cubo de agua caliente agrega tres cucharadas de bicarbonato, medio vaso de vinagre blanco y medio de aceite esencial de pino, que neutraliza el vinagre, y dejará un aroma súper fresco y agradable.

¿Tienes una vaporeta? Ideal. Es uno de los métodos más rápidos y sanos de disolver la grasa fácilmente. Dale a los azulejos con la vaporeta y luego, con solo pasar un paño, darás brillo sin esfuerzo. Descubre todos los usos de la vaporeta.

Primero elimina los restos de grasa con una mezcla de vinagre blanco, agua y un chorro de limón. Pulveriza las paredes con ella, frota y seca bien con un paño limpio. Luego, con un trapo de algodón, aplica polvos de talco sobre los azulejos. Verás el resultado: mucho más brillo de forma natural.

Limpia las juntas de los azulejos de la cocina con un cepillo de dientes mojado en agua y lejía, y frótalas bien. En un abrir y cerrar de ojos, desaparecerán las antiestéticas y poco saludables manchas negras.

Con un periódico. Moja un trozo de papel en medio vaso de agua y vinagre, frota los azulejos y luego, pasa un paño mojado en agua.

¿Por dónde empezar? Aspira las paredes pintadas y con una esponja mojada en agua tibia y jabón líquido, frota en franjas verticales de 1 m de ancho. Enjuaga y pasa un paño blanco que no deje pelusas.

Para limpiar el papel pintado tendrás que tener en cuenta su composición. Si es papel pintado lavable, utiliza agua tibia en la que mezcles un chorrito de detergente suave y otro de vinagre. Frota las manchas con cuidado y aclara. Si el papel es blanco, usa bicarbonato en vez de vinagre.

Elimina primero el polvo del papel aspirándolo o con un trapo sobre la escoba. Luego, frota el papel sin presionar y haciendo movimientos largos con una esponja de limpieza en seco.

Para limpiar una encimera de cuarzo, haz una mezcla a partes iguales de vinagre blanco y agua, y frota la encimera. La limpiarás y la desinfectarás. Evita el uso de productos abrasivos. 

Para desinfectar los trapos de la cocina puedes utilizar detergente. Y mojados, caliéntalos en el microondas a potencia media durante un minuto y medio, en un recipiente abierto apto para ello. El calor acabará con las bacterias más resistentes. Después lava los trapos de la cocina como haces habitualmente. 

Haz una mezcla con una taza de vinagre, dos de agua caliente y una cucharada sopera de bicarbonato. Moja la bayeta, pásala por los frentes, frota bien y brillarán de nuevo.

Para limpiar las rejillas de la cocina y tener que frotar hasta decir basta, déjalos toda un noche sumergidos en una bandeja llena de Coca-Cola. Como por arte de magia, la Coca-Cola "se come" la suciedad incrustada.

Mezcla 250 ml de vinagre de manzana y 30 g de bicarbonato en un pulverizador. Rocía con él las paredes del horno, caliéntalo 10 minutos a 120 °C y una vez frío, pasa una esponja húmeda. Cuanto más limpio esté, más ahorrarás con el horno.

Introduce un recipiente con agua y unas gotas de extracto de vainilla. Enciende el horno y espera a que hierva. Apaga y que la infusión actúe unas horas. Luego limpia con un trapo.

Saltan, se agarran a las paredes, el techo y el fondo del microondas y no hay forma humana de sacarlas... Pero hay un método para limpiar el microondas: mezcla en un bol agua con un buen chorro de vinagre y un limón exprimido. Frota las paredes con la mezcla y luego seca con un paño limpio. ¡Listo!

Una vez al mes, limpia la lavadora con una colada de mantenimiento sin ropa, a 90º y con bicarbonato en vez de detergente. Conseguirás eliminar bacterias y desodorizar la lavadora.

Tendrás que limpiar bien la goma de la lavadora. ¿Cómo puedes hacerlo? Haz una mezcla con 3 l de agua, 62 ml de limón y 250 ml de agua oxigenada, y luego frótala bien con una esponja impregnada en la solución. 

Para quitar el mal olor de la lavadora, programa un ciclo corto con agua caliente y 1/2 taza de vinagre de manzana en vez de detergente. El vinagre conseguirá eliminar las bacterias que causan el mal olor. Luego deja que la lavadora ventile durante 1 hora.

¿Cómo lo lograrás? Cada dos semanas, roci´a las paredes de la nevera con una mezcla hecha con tres limones y 1/2 litro de agua. Deja actuar la solución durante 5 minutos y luego pasa un pan~o limpio. Es muy eficaz contra las bacterias. Además, así quitarás el mal olor en la nevera. 

Hay muchos métodos para limpiar la nevera. Uno de los más conocidos es el bicarbonato. Disuelva tres cucharadas de bicarbonato en 1/2 litro de agua tibia y limpiando el interior del fregadero con una esponja mojada en esa solución. Deja actuar la mezcla durante unos 5 minutos y luego pasa un trapo absorbente para retirar los restos.

Lo que tienes que hacer es programar un lavado normal y a los 10 minutos, verter dentro un vaso de vinagre blanco y continuar el lavado. Este vinagre es antise´ptico y tiene el poder de abrillantar y eliminar la cal. Puedes hacerlo cuando vayas a organizar los platos y vasos.  

El frigorífico, por ejemplo, quedará oculto detrás de una puerta que parecerá de una despensa o un armario más. En realidad, si optas por una gama de electrodomésticos integrados (todos los fabricantes cuentan con ella) sus frentes vienen preparados para instalarse adheridos al frente del mobiliario que sea. 

Los electrodomésticos de integración total son aquellos que están fabricados para quedar ocultos tras una puerta de los muebles de cocina y pasan desapercibidos. Así, lavadoras, lavavajillas, secadoras o frigoríficos se esconden tras las puertas de los muebles de cocina siendo camuflados y pasando desapercibidos.

Antes de que llegue el invierno preparan radiadores, caldera, persianas y ventanas para que cuando el frío apriete la casa esté preparada y de ese modo ahorrar más en las facturas. Y cuando llega la primavera preparan la casa para el buen tiempo refrescando los textiles de casa, con trucos antialergia, haciendo una limpieza general...

Saben que lo barato puede salir caro y que el tiempo es oro así que nadie les da gato por liebre. Conoce tú también quiénes son esos ladrones de tiempo y aprende a evitarlos o a convivir con ellos.

Cuando van al supermercado aprovechan esos céntimos que siempre dejamos desperdigados por casa para gastarlos o bien los llevan al banco a cambiar por billetes o monedas más grandes. ¡Te sorprenderías del dinero que puedes llegar a tener en casa en calderilla!