Flores de verano

Girasoles: cuidados, características y significado de la bella y vivaz flor que sigue al sol

Los girasoles son unas de las plantas estrella del verano. Mireia Aldomà, flower stylist en Colvin, nos cuenta las mejores claves para cuidarlos y combinarlos. ¡Toma nota!

Girasol.

Los girasoles son flores emblemáticas que simbolizan la energía y la vitalidad. ¡Te contamos todo sobre ellas!

Colvin

Los girasoles, con su radiante belleza y su imponente presencia, han cautivado la atención y el asombro de la humanidad durante siglos. Estas flores majestuosas, conocidas científicamente como Helianthus annuus, son verdaderas maravillas de la naturaleza que se destacan por su peculiar comportamiento y sus múltiples usos.

Desde su capacidad para seguir el movimiento del sol hasta su significado y simbolismo, los girasoles son una de las plantas que todos deberíamos conocer y que han dejado más huella en nuestras vidas. La decoradora floral de Colvin, Mireia Aldomà, nos explica sus curiosidades, cuidados y características para que podamos incorporar esta planta de exterior en nuestros hogares. ¡Descúbrelas! 

Dónde poner los girasoles

Los girasoles son plantas que requieren de una exposición solar adecuada para su crecimiento óptimo. Por lo tanto, elige un lugar en tu jardín, terraza o patio que reciba la mayor cantidad de luz solar posible y que sea suficientemente ancho para permitir su desarrollo. ¡Son plantas que pueden crecer hasta ser bastante altas!

A su vez, asegúrate de plantarlos en un suelo bien drenado que no sea propenso a encharcar el agua y que sea ligeramente arenoso y fértil. Si es posible, busca un lugar protegido de vientos fuertes y orientados hacia el este para que cuando se vaya el sol hacia el oeste hayan aprovechado toda la luz solar posible. 

Origen y significado de los girasoles 

Los girasoles son una planta herbácea originaria de Centro y Norteamérica, aunque actualmente se cultivan en zonas muy diversas. Su relación con el sol es de sobra conocida: lo llevan implícito en su nombre, lo miran para nutrirse de sus rayos y sus colores nos lo recuerdan. Precisamente sus tonalidades los convierten también en símbolo de infancia, buena energía y vitalidad.

Ya en la mitología griega, los girasoles representaban a los dioses del sol y simbolizaban la adoración al astro rey. En la cultura popular contemporánea, los girasoles también se han asociado con sentimientos de optimismo y alegría, transmitiendo un mensaje de esperanza incluso en los momentos más oscuros.

Pero los girasoles no solo tienen un valor simbólico, también tienen una gran importancia económica y agrícola. Las semillas de girasol, ricas en nutrientes y aceites saludables, son utilizadas en la producción de alimentos, aceites comestibles y suplementos dietéticos. Además, el aceite de girasol es ampliamente utilizado en la industria cosmética y en la fabricación de biocombustibles, lo que demuestra su versatilidad y relevancia hoy en día. Por el contrario, cuando sus tallos son viejos pueden utilizarse para obtener celulosa y fabricar papel.

Girasoles.

Ramo de girasoles. 

Colvin

Tipos de girasoles

Son muchos los que piensan que todos los girasoles son iguales. Esto sucede porque en el imaginario colectivo tenemos grabadas las variedades más típicas de girasoles, como los Big Smile, con sus pétalos amarillos y su corazón color chocolate. Esos que pueblan los campos del sur de España.

Pero ¡ojo! entre sus variedades hay grandes diferencias de color (amarillos, tonos tierra, naranjas, rojizos...) y de tamaño. Algunas de las especies más curiosas son el girasol Pistache, bicolor; los Teddy Bear, con corazón pequeño y muy esponjosos, y los Velvet Queen, con tonos rojizos y texturas parecidas al terciopelo.

Mireia Aldomà define los Russian Gigant y los Earth Walker como los reyes del huerto, resultando ambos ideales para crear bouquets uniflor que alegrarán un centro de mesa o una esquina del salón. Ahora bien, su tamaño es XL.

Características de los girasoles

Los girasoles, con su distintiva apariencia y su comportamiento único, presentan una serie de características fascinantes que los distinguen de otras flores. Por tal razón, estas flores pueden crecer hasta 1,5 a 3,5 metros de altura, e incluso superar los 5 metros en algunas variedades. Por otro lado, las hojas de los girasoles son grandes, ásperas y rugosas al tacto. Tienen un color verde oscuro y una forma lanceolada o en forma de corazón, mientras que los tallos son fuertes, robustos y están cubiertos de vellosidades.

Las flores de los girasoles, sin embargo, son lo más vistoso de toda la planta. Grandes y chillonas, están compuestas por numerosas florecillas individuales, llamadas flósculos, que forman una estructura central en forma de disco rodeada por pétalos amarillos brillantes.

La principal característica de los girasoles es que padecen de heliotropismo. Eso significa que durante su etapa de crecimiento temprano, las flores siguen la trayectoria del sol, moviéndose desde el este hacia el oeste a lo largo del día. Este comportamiento es una respuesta a la luz solar y se detiene una vez que los girasoles alcanzan la madurez.

Girasoles.

Girasoles.

Andrey Haimin/ Unsplash

Cuidados de los girasoles

Los girasoles son plantas resistentes relativamente fáciles de cuidar, aunque debes tener en cuenta una serie de consejos para asegurar su desarrollo óptimo y sano y así poder disfrutar siempre de su esplendor en el jardín o terraza. No obstante, siempre es mejor que investigues sobre la variedad en particular que vayas a poner en casa para así obtener los mejores resultados. 

Luz y ubicación de los girasoles

Los girasoles requieren de al menos 6 a 8 horas de luz solar directa al día, por lo que es importante ubicarlos en un lugar soleado en el jardín o en un recipiente en el que reciban la máxima cantidad de luz solar posible. Además, es extremadamente importante proteger el cultivo del viento y de las heladas. Aunque no son plantas de interior, sí que pueden colocarse dentro de casa (y sobrevivir en el proceso) si se miman y cuidan con esmero. 

Riego de los girasoles

Durante las primeras etapas de crecimiento, los girasoles requieren un riego regular para mantener el suelo ligeramente húmedo. Sin embargo, una vez que están establecidos, son bastante resistentes a la sequía y pueden tolerar periodos de sequía moderada. Evita el exceso de riego, ya que el encharcamiento puede causar pudrición de las raíces.

Poda de los girasoles

La poda de los girasoles no es una práctica común, puesto que su crecimiento natural y su belleza radican en sus tallos altos y sus flores majestuosas. Sin embargo, en ciertas situaciones, la poda selectiva puede ser necesaria, y los jardineros suelen hacerla durante el mes de junio

A medida que las flores de los girasoles se marchitan, puedes podarlas para mantener una apariencia estética y evitar que la planta destine energía a la producción de semillas. Por tanto, corta las flores marchitas cerca de la base de la flor utilizando tijeras de podar limpias. Asimismo, si observas hojas dañadas, enfermas o afectadas por plagas, puedes cortarlas para proteger la salud de la planta. 

El trasplante de los girasoles

El trasplante de los girasoles suele hacerse a mediados de la primavera, cuando las plantas jóvenes tienen al menos de 2 a 3 pares de hojas verdaderas y han desarrollado un sistema de raíces fuerte. Antes de trasplantar, prepara el suelo en el lugar de destino. Asegúrate de que tenga un buen drenaje y esté enriquecido con materia orgánica. Los girasoles prefieren suelos ligeramente ácidos o neutros. 

Asimismo, ten en cuenta que debes dejar suficiente espacio entre cada planta de girasol para permitir un crecimiento saludable, aproximadamente entre 30 y 60 cm. Así, excava un agujero lo suficientemente grande para acomodar las raíces de la planta.

Luego, retira con cuidado la plántula del contenedor o del lugar donde se encuentra actualmente, tratando de no dañar las raíces, y colócala en el agujero, asegurándote de que esté a nivel del suelo. Después, rellena el agujero con tierra. Tras el trasplante, riega abundantemente el girasol para ayudar a establecer las raíces en su nuevo lugar.

Cómo cuidar un girasol cortado

Presta atención a las siguientes claves para cuidar girasoles cortados que nos ha facilitado la experta de Colvin Mireia Aldomà:

  • Riego. Lo ideal es regarlos con agua fresquita cada día o cada dos días. Eso sí, conviene evitar siempre que haya pétalos u hojas en el agua, pues esto puede provocar que se pudra el tallo o se deteriore la flor.
  • Vitaminas. Según Mireia, es básico agregar siempre "flower food" para mantener las plantas bonitas y bien hidratadas. En sus palabras, este alimento "es como nuestro café de la mañana". Aunque también nos deja un alternativa casera: las aspirinas.
  • Lugar. Los girasoles deben colocarse en un sitio fresco al que no llegue luz solar directa. Además, debemos evitar que el ramo esté cerca de cualquier aparato que emita calor, aire frío, vapor o similares. Y es que las flores huyen de las temperaturas extremas.
  • Corta el tallo. Por último, Mireia nos da un truco de florista: corta el tallo en diagonal, y no recto, para que absorba más agua, repitiendo esta acción cada dos días. Y, por supuesto, mima las plantas.
Girasoles.

Ramo de girasoles Rustic Lemon de Colvin.

Colvin

Principales plagas de los girasoles 

Los girasoles, como cualquier otro ser vivo, puede sufrir de plagas y enfermedades que comprometen la salud y duración de la planta. Los pulgones son pequeños insectos chupadores que frecuentemente se suelen alimentar de la savia de la planta del girasol y lo debilitan. También suelen aparecer plagas de orugas de mariposas y polillas que se comen las hojas y flores del girasol, tal y como también hacen los escarabajos

Por otro lado, los caracoles y las babosas pueden dañar los girasoles más jóvenes y afectar a las partes inferiores de los tallos de los girasoles. Puedes utilizar barreras físicas, como cintas de cobre alrededor de las plantas, o aplicar cebo para controlar su presencia.

Algunas otras plagas son el mildiu de girasol, responsable del enanismo y del escaso desarrollo de estas plantas, o la podedumbre húmeda, que aparece en entornos de intensa humedad y temperaturas muy cálidas afectando a la estructura inferior del tallo. Vigila también con la roya, una enfermedad que provoca manchas rojizas y negras en las hojas del girasol y es muy peligrosa.

Cuándo y cuántas veces florecen los girasoles

Los girasoles florecen una única vez al año en los meses de verano, llegando incluso hasta el inicio del otoño, aunque esto puede variar según la región y la variedad de la planta. La floración suele durar de dos a tres semanas, y durante este tiempo los campos de girasoles se convierten en un espectáculo impresionante de color y vida.

Cuánto duran los girasoles

La planta de girasol tiene un ciclo de vida de unos tres o cuatro meses, desde que germinan hasta la cosecha. No obstante, en su máximo esplendor deberían durar unos doce días si se le ofrecen los cuidados necesarios. Es importante tener en cuenta que estos tiempos son aproximados y que pueden variar según las condiciones del enterno, los cuidados y la variedad de girasol.

Cómo decorar y combinar con girasoles

Desde Colvin nos indican tres alternativas para que luzcan en tu casa:

  • Solos. La flor del girasol tiene tanta presencia que puede decorar por sí misma cualquier rincón de tu vivienda. Así pues, puedes poner un ramo con 7 u 8 girasoles, o bien colocar uno solo en un jarrón alargado.
  • Con follaje. La flor del girasol combina muy bien con los verdes y follajes. En concreto, Mireia nos recomienda tres opciones: el olivo, el helecho y el eucalipto.
  • Con flores. También podemos mezclar los girasoles con flores pequeñas y silvestres de tonos lilas y amarillos (limonium, solidago, tlaspi). Asimismo, les sentarán muy bien otros tallos de flor seca, como avena, trigo, cardo o lavanda.

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