20 bolsos que te roban sitio en el armario y que deberías tirar YA

Hay cosas en tu armario que deberías tirar ya. Bolsos de piel, bolsas de tela, mochilas, monederos, maletas... Seguro que repartidos por toda la casa tienes más 'bolsos' de los que piensas y la inmensa mayoría no usas (y ni recuerdas que tenías). Así que dedica un rato a sacarlos todos y decidir cuáles te quedas y cuáles no. ¿Hacemos un Marie Kondo de bolsos? 

Los bolsos que deberías tirar (o donar) de tu armario

1. Tu colección de bolsos pasados de moda

Las modas también son pasajeras en lo que a bolsos se refiere. Así que si te compraste un bolso con tachuelas porque era lo más y ahora se ve más pasado que una camiseta con hombreras, lo mejor es que te deshagas de él porque está ocupando un espacio muy valioso en tu armario. 

2. Ese bolso que heredaste

Ese bolso que no quería tu hermana, tu madre, tu tía… y tú te quedaste pensado que lo ibas a usar un montón y no te has puesto ni una sola vez ha llegado el momento de que te deshagas de él.

Interior del armario con bolsos en las baldas. 

3. Una bolsa muy hippie

A veces en vacaciones cometemos locuras llevadas por el sol, el calor, el rumor del mar… y de golpe nos encontramos con un bolso (o varios) de un estilo que en realidad no nos pega nada. ¿De verdad crees que este verano te lo vas a poner? Si la respuesta es no, tíralo o dónalo.

4. Un bolso gastado de tanto ponértelo

Puede pasar que te guste tanto un bolso que a pesar de tener otros veinte más, este siempre te lo pones… y al final el bolso (como es lógico) se acaba gastando. Si es irrecuperable lo mejor es que lo jubiles. Ya sabes lo que dicen: un zapato y un bolso que se ven bien son indispensables para crear buen look. Si es de piel, igual con una buena limpieza lo puedes recuperar. 

5. Monederos de cuando había pesetas

Si tienes un cajón con varios monederos que habías usado y hace años que ya no lo mejor es que los retires del mercado. Solo necesitas uno más pequeño para salir, otro para las monedas y uno grande y bueno (si es de piel y está en buen estado) por si se te rompe el titular. Los demás accesorios deberías tirarlos ya porque sobran.  

6. Un bolso que te regalaron y que no te gusta nada

Si en la zona de bolsos tienes unos cuantos que te regalaron con toda la buena intención del mundo, pero no acertaron con tu estilo, que no te dé pena tirarlos (o donarlos). Si no te gustan ahora tampoco lo harán más adelante.

Bolsos en caja de lino en el armario. 

7. Bolsos que daban con revistas

Muchas revistas, sobre todo en verano, regalan todo tipo de bolsas con sus números. En ese momento seguro que te parecieron monísimas, pero la verdad es que no le has sacado ni la bolsa de plástico con la que venía. Así que va fuera. 

8. Una mochila de cuando estudiabas

Porque te recuerda buenos momentos, porque está nueva, porque nunca se sabe cuando vas a necesitar una (o dos mochilas). Si guardas mochilas que hace años (y años) que no te has cargado a la espalda, lo mejor es que las jubiles.

9. Bolsos que tienes repetidos

Como pasa con la ropa, a veces compramos el mismo bolso varias veces, quizá en otro color. ¿De verdad necesitas tres iguales? Pasa revista a los bolsos que tienes y si hay algunos que son sospechosamente parecidos, quédate con el que esté en mejor estado. 

10. Bolsas de playa de otras temporadas

Seguro que con el tiempo has acumulado unas cuantas bolsas de playa: de rayas, plástico, transparentes, de loneta... ¿Y de todas cuántas usas? Así que quédate con las que usas y te gustan, que se será un par o tres, y el resto tíralas antes de que empiece el verano. Tampoco vas tanto a la playa. 

11. Bolsos de salir que nunca salen

Revisa la zona de los bolsos de salir, más pequeños y especiales. No necesitas más de cuatro y alguno para ocasiones especiales (como bodas o eventos). Con uno negro, otro con algo de brillo y uno claro, tienes más que suficiente. Los tipos sobre también quedan muy estilosos y, además, ocupan poco. El resto no los necesitas. 

Estola, bolsito, collar y pulsera, todo en Sayan.

12. Riñoneras que te hacen viejuna

Sí, las riñoneras viven una segunda juventud, pero eso no significa que todo valga. Así que si tienes una guardada de cuando se llevaban en los 90 ni se te ocurra ponértela, seguro que en lugar de quedar millennial parecerá que vas con una antigualla.

13. Bolsas de deporte cuando nunca pisas el gym

Si sales a correr o haces deporte en casa, no necesitas tener una colección de bolsas de deporte. Así que quédate, como mucho, con dos (una grande y otra pequeña) y las otras se las das a alguien que sí que las vaya a usar. Piensa que te roban un espacio muy valioso.

14. Maletas que ya no viajan

Porque ya no te caben en cabina, la cremallera se atasca, ya no te gustan... seguro que tienes varios motivos por los que no usas alguna de las maletas que guardas en lo alto del armario. Quédate una pequeña y otra grande y las maletas o bolas de viaje que hace tiempo que no salen de casa, tíralas o dónalas y así pondrás orden en casa. 

Maleta de viaje.

15. Mil bolsitas de tela para guardar... ¿El qué? 

Una para las chanclas de playa, para cuando coges el secador, para la ropa interior... todos tenemos en casa pequeñas bolsas de tela que nos ayudan a organizar la maleta, la mochila... pero si tienes más de 5 o 6 entonces ya son demasiadas. Pasa revista a toda las que tienes y las que estén más gastadas, hayan encogido o tengan un estampado que no te apasiona tíralas. 

16. Bolsos con estampados que nunca te combinan con nada

Nos ha pasado más de una vez. Comprarnos un bolso con algún estampado llamativo que pensábamos que era ideal para dar un toque a looks aburridos y, siendo sinceras, nunca nos lo hemos puesto. Lo tenemos abandonado en el fondo del armario por si, algún día, nos despertara el instinto de llevarlo puesto. Al final siempre recurrimos a los bolsos que más cómodos nos parecen o más fáciles de combinar, nos resultan. Este tipo de bolsos, es mejor venderlos, regalarlos o donarlos siempre y cuando estén en buen estado. ¡Sabes que nunca lo vas a usar! Di adiós a los por si acasos.

17. El bolso en el que no cabe nada

¿Qué me dices de esos bolsos que son monísimos, pero que nunca llevamos porque no caben nada en ellos? Si eres de las que necesita llevar mil cosas en el bolso para sentirse más cómoda al salir de casa, sabes que estos bolsos solo te ocupan espacio en el armario. Es hora de despedirse de ellos.

18. Bolsos de colores poco elegantes

Sabemos que la moda a veces nos trae tendencias inesperadas que jamás esperaríamos llevar, pero, en cuestión de elegancia, los bolsos de colores flúor, por ejemplo, no nos hacen ningún favor. Por mucho que hace años esas tonalidades llamativas fueran de lo más 'top', hay ciertas prendas y accesorios que es mejor no volver a traer de vuelta. 

19. Neceseres olvidados

Aprender a organizar tus cosas y hacer limpieza de las mismas, te ayudará, al mismo tiempo, a no utilizar tantas bolsas, bolsos o neceseres. Seguro que tienes varios neceseres en un rincón que ya no utilizas porque tienes otros más prácticos o de mejor calidad. Si además haces limpieza general de tus objetos y productos personales, te darás cuenta cómo no necesitas tantos. 

20. Bolsos desteñidos o con manchas que no se quitan

Si tienes algún bolso que no has tirado aún porque está en perfectas condiciones, pero tiene algún desteñido o mancha imposible de quitar, déjame decirte que es hora de que lo dejes ir. Por mucho que lo laves o pruebes mil fórmulas para eliminar esa mancha indeseada, no lo conseguirás (y tampoco es muy ��ptimo para ti salir a la calle con un bolso así). 

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