Mónica Klamburg

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Dormitorio con una mesa antigua colocada a modo de mesita.

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El encanto de las piezas heredadas

Puede que no sea la más bonita pero para ti esa mesita de madera oscura ¡tiene tantas historias detrás! Siempre la viste en la cocina de tus abuelos y desde el primer minuto te atrajo como un imán. Han pasado los años y, ahora que se iban a desprender de ella, no has dudado en llevártela a casa. Le has encontrado el mejor sitio: en el dormitorio, como mesita de noche. Ahora como antes, su diseño sencillo y frágil te sigue fascinando.