Las alfombras no solo decoran, sino que aíslan, protegen el suelo de la pisada y nuestros pies del frío. Por eso, en el dormitorio las alfombras son siempre un acierto. En dormitorios amplios, lo ideal es que la alfombra parta unos 30 cm de las mesillas de noche y se prolongue 100-150 cm de los pies de la cama, así se verá un espacio muy vestido y muy acogedor. Si cuentas con pocos metros, puedes poner una pequeñita solo a pie de cama.
Lámpara de sobremesa, de Deluz. Papel pintado, modelo Nomades, de Elitis. Alfombra, escritorio, de Enthicraft, y silla, de Becara, todo en Mujika Interiorismo.