Mantas

Esta sencilla, pero elegante manta de Zara Home es toda una delicia para abrigarte en los días fríos de invierno. Es de color blanco, tiene lunares bordados en diferentes colores y su tejido destaca por estar hecho en punto tricot. Medidas: 70 x 100 cm.

Manta de tricot con lunares bordados de Zara Home, precio: 29,99 €.

Lejos de lo que se cree, la resistencia al desgaste de una tela no la aporta ni el peso ni el grosor, sino el que tenga los hilos muy juntos y apretados. Por eso, hay telas finas, como la cretona, que son excelentes para tapizar. Es tan compacta o más que un jacquard o un terciopelo y muy resistente al desgaste. Para comprobar la resistencia de un tejido, haz como los decoradores: antes de adquirir una tela, ténsala con fuerza y descártala si la trama se abre o se deforma, ¡así de sencillo!

Si los plaids que utilizáis para abrigaros cuando hay sesión de cine en casa están ya muy pasados, ¡es hora de renovarlos! Elige texturas calentitas y gustosas, individuales o de tamaño grande para taparos varios. ¿Qué te parecen de cuadros, un estampado atemporal que no pasa de moda?

Harry Potter y sus mejores amigos, Ron y Hermione, pertenecían a esta casa, así que si te identificas con alguno de los personajes principales, ¡este estilo es el tuyo! El rojo y el dorado son los colores por excelencia de Gryffindor, ambos estrechamente asociados con la fuerza y la pasión. Los colores que combinan bien con este par son el burdeos, el marrón y el amarillo mostaza, entre otros, por lo que un salón o dormitorio de este estilo debe decorarse usando una mezcla de tonos cálidos y terrosos.

En realidad este otoño veremos mucho print inspirado en la naturaleza. Además de flores, plantas y motivos botánicos adornarán textiles y revestimientos murales. Eso sí, los colores intensos y brillantes del verano darán paso a tonalidades más cálidas propias de la nueva estación (marrones, verdes, amarillo mostaza, calabaza…)

A Dafne Vijande también le gusta decorar con cestos. "Me parecen muy útiles para mantener el orden y guardar de todo (revistas, cojines, juguetes). Mezclo cestos de varios tamaños, pero con algún elemento en común: un color, las fibras...”, añade. Otro de sus imprescindibles es recuperar objetos y muebles. “Me encanta hacerlo. Con un poco de pintura, un mueble anticuado puede ser la pieza más admirada. Me gusta la ecología, por eso creo que reciclar es fundamental", concluye. 

Caminar descalzos por una alfombra de pelo largo es uno de los placeres más valorados del invierno, pero no en verano. Llévala a la tintorería y olvídate de todo el calor que genera, así como de tener que estar aspirando la arena de la playa cada dos por tres.

Las mantas de cuadros son uno de los recursos más utilizados para sumar calidez y abrigar la casa, y a estas alturas ya han cumplido con creces su función. Toca lavarlas y guardarlas bien para que cuando llegue el otoño estén en perfecto estado. Si vives en una zona en la que refresca de noche, puedes hacerte con un plaid muy ligera en tonos frescos que también te sirva de decoración. 

Dafne ha aprovechado el mirador del comedor para crear un rincón especial con mucho encanto. Desde aquí la viste se pierde en el jardín. Lo ha vestido con cojines en rosa, ocre y beige, a juego con los tonos que rigen la decoración.

Tener mantas y cojines recogidos, por ejemplo, favorece el orden, pero dejar una manta a la vista, bien doblada, sobre el brazo de un sofá, decora. Son elementos que pueden ayudar a equilibrar una mezcla de estilos cuando hay colores o estampados diversos. Una manta lisa y neutra como transición. Las plantas, por ejemplo, también son esos must para equilibrar un ambiente en el que hay varios estilos decorativos. Aplica estos consejos para decorar con plantas tu casa. 

"Si los cojines son un básico para vestir el sofá o la cama, los plaids y mantitas no pueden faltar tampoco. En la cama, ayudan a dulcificar y dar volumen a una superficie muy plana, y a su vez, la decoran. Y algo similar ocurre con el sofá o una butaca. Colocadas de manera casual en el brazo, sobre todo si este es de líneas rectas, o en el asiento, haces el espacio más vivido, personal y cozy", según la decoradora Pia Capdevila. 

Según el Pantone Color Institute, el color magenta predominará en el mundo de la moda y el diseño de interiores en 2023. ¡Fue elegido el color Pantone 2023! Junto con el blanco, el gris, el negro y los tonos tierra, este atrevido color quedará de fábula en la decoración de tu casa.

¡Toma buena nota!

Estos son los sofás que son protagonistas en 2024: reina la comodidad, el color y las curvas

El color del año 2023, según Pantone, también ha saltado a las prendas de invierno. Una manta en Viva Magenta será la nueva best friend de tu manta de cuadros Príncipe de Gales. ¿A qué ya te imaginas sentada frente a la chimenea bien tapadita con las dos?

Si pensabas que las cestas de fibra natural solo servían en Navidad para meter los regalos, estás muy equivocada. Dentro de ellas puedes meter piñas, bolas que te sobren del árbol, leña, guirnaldas de luces led, muñecos cascanueces... Colócalas junto al sofá, darán una sensación acogedora. Para que los objetos no queden muy abajo y no se vean, introduce una manta en el fondo y coloca sobre ella los adornos. 

Si junto al sofá tienes una mini cesta para dejar mantas, mira qué idea tan fantástica para crear un punto de luz: coloca sobre ella unas bolas de Navidad doradas y una guirnalda de mini estrellas luminosas que ilumine tu salón llenándolo de ambiente navideño. 

Si cuentas con un banco o una zona de asientos en el recibidor, aprovecha el cambio de estación para renovar los textiles. Una manta de lana, cojines de texturas cálidas, fundas furry o colores de la gama de los tierra, un must en otoño que, además, ¡son tendencia!

Los complementos textiles de pelo sintético siguen de moda. Y cuando las temperaturas empiezan a bajar y el otoño da paso al invierno, una manta o un cojín furry resulta perfecto para subir la temperatura del salón. Su imagen y tacto tan gustosos los hacen incondicionales de las estaciones más frías del año, ¡incluso en pisos urbanos!

Estas mantas son tan decorativas como abrigadas. Son la mejor opción cuando las temperaturas son mu bajas y queremos acurrucarnos en el sofá. Su única desventaja es que ocupan mucho cuando están guardadas. Así que lo mejor es que destine una cesta en la que quepa para ello. Ponla donde no moleste y no perderá su efecto cálido y decorativo. 

Aunque la manta del sofá puede ayudarte a añadir un punto de color, también puede ser un elemento que no destaque en la decoración, dejando que otros elementos, como los cojines o la decoración de la pared sean protagonistas. Piensa que demasiados estímulos pueden hacer que tu salón parezca mal decorado, mejor deja un color predominante, como el beige de las paredes este salón, uno complementario, en este caso el blanco del sofá y el plaid, y no de acento, que vemos en los complementos en negro. 

Hay mantas para tu sofá que son extrafinas perfectas para entretiempo e, incluso, en veranos para zonas en las que refresque por las noches. Las de lino son suaves, harán que te sientas arropada y son ligeras. 

Utiliza la manta del sofá para dar un punto de color a tu salón. Para que quede armonizado, elígelo del mismo color que los cojines o de una tonalidad más clara u oscura que estos. Aquí, la estilista Sol Van Dorssen ha elegido varias tonalidades de rosa para vestir el sofá, siendo el color de la manta la más oscura.   

Si sois varios en casa, no dudes en dejar más de una manta en el sofá. ¡Así no habrá conflictos! Al elegirlas, selecciona dos con el mismo diseño, pero colores distintos o bien, con distintos estampados pero la misma gama cromática. Aquí se ha colocado una sobre la butaca y otra en el chaise longue del sofá. 

La pareja 'manta y sofá' no es casualidad. Y es que pocas sensaciones son más relajantes que tumbarse en el sofá arropado por una manta. Ahora, dependiendo de la época del año, tendrás que cambiarla: una más cálida, de lana, cashmere o pelo en invierno; y de lino o algodón en verano. 

Aunque el sofá es el mueble es la pieza más voluminosa del salón, sin la decoración adecuada puede quedar como un objeto plano y sin gracia. Por eso, las mantas son el complemento perfecto para darle algo de volumen y personalidad. Más aún si lo colocas de manera desenfadada sobre la tapicería. Dejará de ser una superficie plana y dura. 

Para que tu manta del sofá encaje a la perfección sobre tu sofá, elige un modelo con los mismos colores que los cojines. Será el punto de color para tu sofá. En este ejemplo, se ha elegido un modelo de rayas marrones, negras y blancas, los mismos que los del cojín. 

Cuando no la estamos usando, la manta del sofá puede convertirse en un estorbo. Por eso es importante buscarle un sitio fijo donde ponerla siempre. El respaldo es un buen lugar si el sofá actúa como separador de ambientes y su parte trasera queda a la vista. Otra opción, también muy cómoda, es ponerla en el reposabrazos. La tendrás a mano y ayudará a la decoración del salón. 

Una opción perfecta para abrigar el sofá y darle calidez, son las mantas de pelo. No solo eso, te darán mucho calor cuando te acurruques en el sofá y su suave tacto harán que te sientas como en una nube. Pueden ser naturales o sintéticas, en cualquier caso son una opción muy confortable para vestir tu sofá y destacan en salones rústicos, en los que predomina la decoración natural o la nórdica. 

Hay muchas opciones como mantas para tu sofá, pero si hay unas que triunfan cuando las temperaturas empiezan a bajar son las de cashmere, una lana de cabra muy valorada. Son supercálidas, abrigan mucho y, además, son muy ligeras y extremadamente suaves.

La butaca se recuperó, retapizándola. Para crear contraste se tapizó en un tejido gris cálido y se decoró con un cojín en blanco y negro. Para darle viveza, el resto de textiles se eligieron en verde. 

Si buscas en la RAE la palabra plaid, no la hallarás porque es un anglicismo. En un diccionario de inglés, su definición es "tela de cuadros escoceses". Su uso habitual en decoración hace que ya la hayamos adoptado y la utilicemos para denominar a ese tipo de mantas que colocamos en el sofá, la butaca o en la cama. De cuadros o lisos, encontrarás plaids de diferentes materiales: algodón, lino, seda o lana. 

La interiorista Dafne Vijande ha elegido para este salón dos modelos en mohair y punto, en tonos chocolate, muy acogedores.

Lo hemos mencionado, la cama es una estructura dura y conviene ablandarla sin olvidarnos del pie de cama. Una manera de suavizarlo es colocando una manta o un par de manera desenfadada, como hemos hecho en este dormitorio. 

Esta cama es monocolor en blanco pero no resulta para nada plana, porque se han combinado diferentes texturas, como el lino de la funda nórdica y la manta de lana con un diseño de tricot en ocho. Alíate con las mantas para darle riqueza visual a la cama. 

Sí, las mantas son cosa de la primavera también. Y, en según qué zonas, también de las noches más frescas de verano. Si en el salón nos ayudaban a vestir el sofá y sumarle encanto, en el exterior a esta función se suma su practicidad. Y es que, ¿cuántas noches de primavera has tenido que ir a por la mantita porque en el porche hacía fresquito? Solución: ¡tenla siempre a mano! Y cuando no la uses, dará un look más cuidado y de "interior" a tu porche. 

La cama es un mueble muy duro y la manera de quitarle rigidez y hacerla mullida es mediante la superposición de diferentes mantas y plaids, colocados de manera desenfadada y combinando texturas y materiales diferentes, para darle más volumen y evitar que quede una superficie demasiado plana y dura. 

Si tienes una butaca o un sofá de reposabrazos "duros", como esta butaca con estructura de madera, una manera muy eficaz de suavizarlos es colocando una manta. Así cubres los brazos y no los verás tan duros. En la misma línea, si tienes el sofá que da de espaldas al salón, puedes poner una manta en el respaldo, así no verás la trasera tan mazacote y recta.

Una cama de El Mueble es gustosa y muy apetecible. Con un estudiado look desenfadado, como a medio hacer, sería la antítesis de una cama de hotel, donde la rigidez es la que se impone. Y de ese look tan cosy y mullido las mantas son grandes responsables. Un consejo: no temas colocarlas "mal puestas", es precisamente ese toque vivido lo que le da tanto encanto. 

Las mantas (y todos los textiles, en general) tienen un súper poder y es el de generar calidez por arte de magia en un espacio. Por eso son un imprescindible en las casas de El Mueble, donde la calidez y lograr atmósferas acogedoras, envolventes y con encanto es un must. 

El dúo "manta y sofá" no es casual. Y es que pocas imágenes mentales son más relajantes que la de verse tumbada en el sofá, o en un banco, como en este caso, arropada por una manta, más abrigada en invierno y más fresquita y ligera en primavera. Si eres una cooconer, seguro que la manta no puede faltar en tu sofá.

En este salón de marcado aire de montaña, la decoradora se ha aliado con una manta peluda para reforzar su carácter alpino. Apoyada en la banqueta, es un detalle que parece irrelevante, pero de gran valor decorativo. Con el plus que las mantas y complementos furry son tendencia.  

En El Mueble somos fans de los sofás blancos o de tonos neutros muy muy suaves. Y entre las razones es que son el lienzo perfecto para jugar con los complementos textiles y convertir el sofá en una "foto de estilo" cambiante cada temporada. La misma base, pero mantas, plaids y cojines decorativos nuevos. En este salón, nos hemos atrevido con una manta multicolor que alegra el sofá, dándole un aire primaveral. 

¿Un sofá a rayas? No todo el mundo se arriesga. Pero una manta a cuadros, ¿por qué no? Son un complemento de quita y pon, que fácilmente puedes guardar o cambiar de estancia si te cansas, y con el que todos nos atrevemos a darle un poco de punch a una decoración muy neutra. Fíjate en este salón, en el que las mantas a cuadros aportan un matiz british a este salón de base monocolor. 

Ya sabes, esos sillones que son comodísimos, pero que suponen una patada en toda regla al estilismo de cualquier salón. ''Hoy en día, hay soluciones mucho más bonitas para relajarse en el salón'', dice la interiorista. ¿Estás de acuerdo?

Este complemento textil es, sin duda, uno de los básicos de una decoración invernal: unas mantas calentitas y gustosas para acurrucarnos en el sofá mientras fuera llueve y hace frío. Hay modelos para todos los gustos, pero si quieres que tu salón luzca un look actual, la decoradora Laura Martínez nos recomienda elegir una manta con el punto de nido de abeja. ¿De qué color? En tono beis o crudo, que va bien con todo.

Con el invierno se inaugura la temporada por excelencia de "manta y sofá". Viste el sofá con mantas de lana, mohair, algodón o tipo borreguillo, tan de moda, y apuesta por colores cálidos. Verás como sube al instante la temperatura del ambiente. 

Al igual que colocar los cojines del sofá, una tarea que hacer a última hora del día es guardar las mantas bien dobladas en su sitio. Lleva la taza de la infusión que te has tomado para relajarte a la cocina. Al levantarte, la sensación de bienestar que percibes es mayor cuando el entorno está ordenado.

Tampoco debe faltar un buen plaid o una mantita mullida, suave y agradable al tacto. Ten siempre a mano, al menos, dos bien dobladitas sobre el asiento. ¿Qué me dices de las mantas de punto XXL? Invitan como ningunas otras a acurrucarse en el sofá. Aunque si prefieres que no sean tan voluminosas, también existen modelos más finos, igual de confortables. Las de mohair, mejor resérvalas para el dormitorio. Y una idea muy decorativa, además de súper gustosa, es combinar tejidos de distintas texturas. Recuerda que cuanta más tela y más mezcla de texturas haya, más cálida y confortable será la estancia.

Un plaid o una manta no solo sirve para arroparse en el sofá las tardes de invierno, sino que son recursos muy de estilista para vestir el sofá, suavizar sus brazos si son de líneas muy rectas o la trasera si lo colocas de manera casual sobre su respaldo, o simplemente hacer más cosy y apetecible un asiento. ¡Pruébalo!