¿Quién va a sentarse en esta butaca? ¿Tú? Entonces debes ser tú quien la elija. Y no solo porque te guste, sino teniendo en cuenta que te recoja la espalda como es debido y te sientas muy, muy cómodo. ¿Por qué remarcamos este punto que parece tan obvio? Porque una butaca no es un asiento social como el sofá, en el que se sentarán muchas personas diferentes. Una butaca es un asiento para pasarte un buen rato, relajado y que, normalmente, tiene su lector particular.
¿Cómo coordinará con el salón?
No te ofusques con este tema. Se lleva el eclecticismo, es decir, puedes tener un salón de corte clásico y elegir una butaca de estilo Mid Century que quede de miedo en el conjunto. Conseguirás crear un foco de atención en el salón, una pieza estrella que decorará ese rincón por sí sola. ¿Otro ejemplo? ¿Te gusta el estilo nórdico y tu salón está decorado en blancos y maderas claras, pero te chifla esa butaca de piel envejecida tipo Chester?
Añádale un plaid claro, como los textiles del resto de asientos de tu salón y una lámpara y un pequeño auxiliar de look escandinavo, y ya la tendrás integrada. Y por supuesto, estas combinaciones no solo sirven para el salón. Lo mismo puedes hacer en un dormitorio si es ahí donde quieres montar tu rincón de lectura ideal.
Antes de decidirte... ¡pruébala!
Si vas a pasarte horas en tu rincón disfrutando de tu libro favorito, necesitas que su tejido sea muy muy cómodo. Suave, que se adapte a tu cuerpo y no te dé excesivo calor ni excesivo frío. Pruébala antes de comprarla, no tengas prisa. Y llévate un libro contigo para hacerlo con la postura que realmente tomarás cuando la tengas en casa... leyendo o incluso haciendo una cabezadita, porque, no nos engañemos, también la queremos para relajarnos y echarnos unos sueñecitos, ¿no? Solo así sabrás si es TU sillón.
Los compañeros imprescindibles
La vas a usar para leer, ¿no? Pues sitúala tan cerca como puedas de una fuente de luz natural y acompáñala con una lámpara adecuada. Para leer, Faro aconseja que la luz le llegue al libro desde arriba. Si eres diestro, lo ideal será recibir la luz por encima del hombro izquierdo y si eres zurdo, del derecho.
También es ideal que la lámpara tenga un brazo articulado para poderla orientar como te sea más conveniente y también porque si te "roban" el asiento tus peques o tu pareja, puedan leer ellos también cómodamente. Otro detalle que merece la pena tener en cuenta: que sea regulable, así podrás modificar la intensidad de la luz para adaptarla al momento del día en el que te pongas a leer.
Un auxiliar para apoyar el libro o la taza de té también es un básico en este rincón de lectura que vas a montar. ¿No te queda sitio? Seguro que para una mesita tipo taburete sí.
No ocupan nada, son ligeras a la vista y dan la superficie de apoyo suficiente. Además, tienen otra ventaja: al no ser grandes, no puedes amontonar cosas en ellas y por lo tanto, siempre tendrás tu rincón de lectura en orden.
Te imaginas ya pasando páginas en tu rincón de desconnecting, ¿verdad? Nosotros, también.