Elia y Raúl eran la clásica familia moderna: pareja + perrete (Walter, perdón). Llevaban tiempo de alquiler y querían formar una familia en un piso que fuera suyo y tuviera su personalidad. Buscaban algo único y el destino hizo que lo encontraran (vaya que si era único) en el mismo edificio en el que nació la abuela de Elia, una finca de 1853 con maravillosos suelos originales. Entonces llegó Pol, el bebé que venía a poner (aunque ellos aún no lo sabían) patas arriba su vida. Y tuvieron suerte: en este nuevo comienzo, el piso (rodeado de tiendas y zonas peatonales, y cerca del trabajo de Raúl, que es monitor de pádel) les ayudó. Elia dejó en stand by el estilismo de Oysho, para tener más tiempo para el pequeño Pol. El perro es libre dentro y fuera de casa. ¡100% cómodo!
"Las arquitectas de Mäinities nos hicieron un test de personalidad para crear un piso a nuestra medida. ¿El resultado? Contraste. Mezcla de hidráulico, hierro, textiles naturales y detalles minimalistas y nórdicos", nos cuentan.
Una familia muy natural
Si Mäinities respetó la estructura original de la casa, Elia y Raúl la decoraron sin estridencias. "Nos gustan mucho las texturas naturales. El sofá, por ejemplo, es de algodón con lino natural". Y los colores elegidos, fríos y suaves como los de los cojines de Filocolore, enfatizan el estilo.
Para reforzar la sencillez, en esta casa se sigue la máxima de Mies van der Rohe porque, para Elia, "cuanto menos cosas por el medio, mejor". Y tiene razón. Menos, aquí, se traduce en más amplitud, más claridad y más orden. Y para decorar, piezas escogidas como los cuadros de Jordi Pagès que colorean el espacio.
Deco-instagramer
Piezas ligeras, pocos detalles, y todo muy personal. A Elia la inspiración le llega de su profesión y de su afición. "Soy una fiel seguidora de 'madres modernas' en Instagram. Me gusta mucho. Así conozco diferentes estilos de vida".
Enamorada de su piso, para Elia "cada espacio tiene su propio encanto pero quizás el mejor es la cocina. Además de tener salida a la terraza, desde ella se puede ver el gran espacio abierto del comedor, con esos suelos tan personales y de toque vintage". ¿Y es que por qué muchas cocinas son interiores y muchos dormitorios tienen una salida? Elia y Raúl optaron por volverla el centro de su casa y de ahí que la llevaran a la habitación que tenía acceso a terraza y ganaran más espacio, luz ¡y un comedor exterior!
Relax para todos
El piso tenía cuatro habitaciones pero no las necesitaban, así que unieron dos y crearon un dormitorio con baño y vestidor. A través de la puerta y la ventana se ve la pared de ladrillo de 1853 que descubrieron al picar las paredes y que, como los suelos hidráulicos, forman parte del ADN del piso.
Con bebé y perro, para esta familia su habitación es un espacio prioritario (¡y cómo no!). Aquí también han optado por poco mobiliario, menos detalles, y todo, en materiales naturales. El resultado es bello, sano y, a la vez, acogedor. "Como todo está en la misma planta, nos queda muy a mano y cuando tenemos un ratito, nos tumbamos los cuatro a pasar el rato. Sí, sí, los cuatro. Walter es uno más. Si llega otro bebé, ¡nos darán el carnet de familia numerosa!".
"¿Cómo me imagino mi casa dentro de diez años? Llena de vida y, ojalá con más hermanitos para Pol. Es el mejor lugar del mundo para vivir y formar una familia". Realmente, viendo a Pol y a Walter juntos... no hay lugar a dudas.
¿Te has quedado con ganas de más? No te pierdas este vídeo en el que seguimos descubriendo cada rincón de esta casa y a esta preciosa familia.