Para cocinar con tus hijos o tus amigos, la cocina tiene que crecer en posibilidades y, si puedes, en tamaño. Proyecta una cocina-living: un lugar multifuncional, donde varias personas puedan estar juntas y cocinar, trabajar, comer y hasta compartir la vida. Además de buscar la funcionalidad y aprovechar hasta el último centímetro, crea un ambiente grato en el que todos se sientan a gusto, y se pueda variar de uso según el momento. Si quieres convertir la cocina en el corazón del hogar, la tendencia es integrar la cocina en el salón y el comedor. Lo último es proyectar una cocina abierta pero que se camufla cuando no se usa, porque desaparece totalmente tras puertas o pantallas correderas o permite esconder los elementos más identificativos como el fregadero, la camapana y la placa.
Cocinar en una isla
Disponer la placa en una isla es práctico porque te permite cocinar mientras charlas. Eso sí, precisas una cocina grande (15-20 m2) y amplia (de 4 m de ancho). Alrededor de una isla tienes que dejar un espacio libre de 1 metro. Y para que sea práctica, la isla tiene que medir entre 1,80 y 2 m de ancho y de 0,92 a 1,20 m de fondo. Además de espacio para la placa (0,60-0,90 m), necesitas encimeras de 0,50-0,60 m a ambos lados.